La Noche Eterna

En un pequeño pueblo donde la vida transcurría tranquila y sin sobresaltos, cinco amigos, Benja, Tati, Teseo, Venezia y Luca, se encontraban disfrutando de una tarde en la casa de Tati. Lo que comenzó como una reunión llena de risas y juegos, pronto se transformaría en una noche de supervivencia y valor inimaginables.

Sin previo aviso, las noticias comenzaron a reportar extraños incidentes en las afueras del pueblo: personas comportándose de manera violenta, ataques a los transeúntes, caos. En cuestión de horas, la realidad se impuso cruda y despiadada. Un virus desconocido había convertido a los infectados en lo que solo podían describir como zombis.

La casa de Tati, situada en las afueras, se convirtió en el último bastión de esperanza para los cinco amigos. Con la caída del sol, la oscuridad envolvió todo, y con ella, el silencio se llenó de los gemidos y arrastres de aquellos que habían sido consumidos por el virus.

Los amigos, guiados por el instinto de supervivencia, fortificaron la casa lo mejor que pudieron. Benja, siempre el más ingenioso, ideó trampas alrededor de la entrada. Teseo, con su fuerza, se encargó de asegurar puertas y ventanas. Venezia, con su conocimiento de primeros auxilios, preparó un pequeño botiquín. Luca, el más tranquilo, trataba de mantener la calma del grupo, mientras que Tati, conocedora de cada rincón de su hogar, encontró el lugar más seguro para resguardarse.

A medida que la noche avanzaba, los ataques se volvían más frecuentes y desesperados. Los amigos, armados con lo que pudieron encontrar, defendían su refugio con valor. Cada ataque repelido los unía más, convirtiéndolos no solo en amigos, sino en una familia.

La verdadera prueba llegó cuando un zombi logró infiltrarse en la casa. El caos se desató en el interior, pero en medio del terror, surgió la valentía. Tati, enfrentando su mayor miedo, lideró al grupo para neutralizar la amenaza, demostrando que incluso en los momentos más oscuros, la luz de la esperanza nunca se extingue.

Con el primer rayo de sol, el silencio regresó. La noche eterna había terminado, dejando tras de sí un mundo cambiado. Los amigos salieron al amanecer, encontrando un pueblo desolado, pero vivo. Juntos, decidieron partir en busca de sobrevivientes, dispuestos a enfrentar lo que el destino les reservara.

Conclusión:

La noche en casa de Tati enseñó a Benja, Teseo, Venezia, Luca y a ella misma, que la verdadera fuerza reside en la unión y el coraje. Aunque el futuro era incierto, una cosa estaba clara: mientras estuvieran juntos, no había oscuridad que no pudieran enfrentar.

Esta historia, nacida de una noche de terror, se convirtió en una leyenda sobre la valentía, la amistad y la esperanza. Los cinco amigos, ahora guardianes de su pueblo, recordarían siempre que, incluso en el apocalipsis, la luz de la humanidad nunca se apaga.