Cuentos de Valores

El Espejo de la Alegría

Lectura para 1 año

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

En un pequeño pueblo rodeado de colinas y vastos campos de flores silvestres, vivía una niña llamada Laura junto a su nuevo amigo, un osito de peluche llamado Peluso. Laura, conocida por su eterna sonrisa y ojos chispeantes, tenía una peculiaridad: siempre llevaba consigo un pequeño espejo, no por vanidad, sino porque creía en la magia de reflejar la alegría.

Un día, mientras exploraba el bosque cerca de su casa, Laura encontró a Peluso sentado solo bajo un árbol, con lágrimas en sus ojos de botón. Al verlo tan triste, Laura sintió una gran compasión y decidió ayudarlo.

—¿Por qué lloras, pequeño amigo? —preguntó Laura, acercándose con cuidado.

—Estoy triste porque me he perdido y no sé cómo volver a casa —respondió Peluso con voz temblorosa.

Laura, con una sonrisa reconfortante, sacó el flotador de su mochila y lo infló rápidamente.

—No te preocupes, Peluso. Con este flotador, te ayudaré a cruzar el río de lágrimas que has creado. ¡Juntos encontraremos el camino a casa! —exclamó Laura.

Con Peluso a bordo del flotador, comenzaron a navegar a través del pequeño río que se había formado de sus lágrimas. Mientras avanzaban, Laura sacó el espejo y lo sostuvo frente a Peluso.

—Mira este espejo, Peluso. Refleja no solo tu rostro, sino también lo que sientes por dentro. Quiero ayudarte a que veas la alegría, no la tristeza.

Peluso miró el espejo y, poco a poco, su reflejo comenzó a cambiar. Sus ojos tristes dieron paso a una mirada esperanzadora. El río de lágrimas se calmó, y pronto llegaron a una pradera llena de flores y sol.

Una vez en tierra, Peluso miró a Laura con gratitud.

—Gracias, Laura. Me ayudaste a recordar que siempre hay esperanza y que con amigos como tú, nunca estoy realmente solo.

Laura sonrió y extendió el espejo una vez más hacia Peluso.

—¿Ves? Ahora tu reflejo muestra a alguien feliz. Y cuando estás feliz, el mundo entero parece brillar un poco más.

Peluso asintió y, por primera vez en mucho tiempo, una sonrisa se dibujó en su rostro de peluche. Los dos nuevos amigos pasaron el resto del día explorando la pradera, jugando entre las flores y riendo bajo el cálido sol.

Al caer la tarde, Laura y Peluso se sentaron bajo el gran roble donde se habían encontrado. Mirando el atardecer, Laura reflexionó sobre su aventura.

—Hoy aprendí que la verdadera magia no está en el espejo, sino en ayudar a los demás a encontrar su alegría. Y tú, Peluso, me enseñaste que cada lágrima tiene un propósito y que después de la lluvia, siempre sale el sol.

Peluso, ahora completamente alegre, abrazó a Laura.

—Y yo aprendí que tener un amigo como tú es el mejor tesoro que uno podría descubrir.

Mientras el sol se ponía, llenando el cielo de tonos de rosa y naranja, Laura y Peluso sabían que su amistad era un vínculo especial, forjado en la comprensión y el amor mutuo. Y cada vez que Peluso se sentía un poco triste, recordaba el reflejo del espejo y la sonrisa de Laura, y sabía que todo estaría bien.

Así, en un pequeño pueblo rodeado de naturaleza y magia, Laura y Peluso continuaron sus días llenos de aventuras, siempre recordando que la verdadera alegría se encuentra en ayudar a los demás y en el reflejo de las sonrisas compartidas. Y en cada reflejo, en cada risa, la vida les devolvía el brillo de la felicidad y la magia de estar juntos.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario