Cuentos de Valores

El Gran Festín de Ñampazampa

Lectura para 2 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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En la alegre y colorida ciudad de Ñampazampa, algo muy extraño estaba sucediendo. En medio de la ciudad, había una enorme y desordenada montaña de basura. Había cáscaras de plátano, envases de yogur, papeles y muchas otras cosas que nadie quería. Los Ñampazampas, los habitantes de esta ciudad, tenían mucha hambre, pero no podían encontrar nada bueno para comer.

En Ñampazampa vivían tres amigos muy especiales: Plastilín, Papelitos y Comilona. A Plastilín, un divertido personaje hecho de plástico colorido, le encantaba comer plástico. Papelitos, un alegre amigo hecho de papel y cartón, disfrutaba mucho comiendo papel y cartón. Y Comilona, una simpática figura hecha de mondas de fruta y verdura, siempre estaba feliz comiendo cualquier tipo de frutas y verduras.

Un día, mientras caminaban juntos por la ciudad, los tres amigos se encontraron frente a la gran montaña de basura. Se miraron unos a otros y, casi al mismo tiempo, tuvieron una idea brillante: ¿y si convertían esa montaña de basura en un increíble festín?

Plastilín, con su entusiasmo contagioso, dijo: «¡Podemos hacerlo! Podemos limpiar la ciudad y al mismo tiempo disfrutar de un delicioso banquete». Papelitos, siempre lleno de ideas creativas, sugirió: «¡Sí! Y podemos enseñar a todos en Ñampazampa cómo reciclar y cuidar nuestro planeta». Comilona, con su gran sonrisa, estuvo de acuerdo: «¡Será el festín más grande y divertido de todos!»

Así, los tres amigos comenzaron su gran proyecto. Plastilín se encargó de recoger todo el plástico, Papelitos recogió todos los papeles y cartones, y Comilona se ocupó de las frutas y verduras. Trabajaron juntos, riendo y cantando, convirtiendo la montaña de basura en algo hermoso.

Mientras trabajaban, los otros Ñampazampas comenzaron a notar lo que hacían. Al principio, se sorprendieron, pero pronto se unieron a la diversión. Aprendieron cómo separar la basura y reciclar. La montaña de basura comenzó a disminuir, y en su lugar, apareció una ciudad limpia y colorida.

Después de mucho trabajo, llegó el momento del gran festín. Plastilín, Papelitos y Comilona prepararon una enorme mesa con todas las delicias que habían recogido y reciclado. Había platos hechos de plástico reciclado, decoraciones de papel y cartón, y una gran variedad de comidas hechas con frutas y verduras.

La fiesta fue un gran éxito. Todos en Ñampazampa bailaron, cantaron y disfrutaron de la comida. Los niños aprendieron la importancia de reciclar y cuidar el medio ambiente. Y lo más importante, aprendieron que trabajando juntos, pueden hacer grandes cosas.

Desde ese día, Ñampazampa se convirtió en un ejemplo para otras ciudades. Los Ñampazampas siguieron reciclando y cuidando su hermosa ciudad. Plastilín, Papelitos y Comilona se convirtieron en héroes, recordados por su gran idea y su espíritu de colaboración.

Y así, en Ñampazampa, siempre recordarán el día en que una montaña de basura se convirtió en el más delicioso y divertido festín. Los niños de la ciudad crecieron sabiendo que, con un poco de imaginación y trabajo en equipo, pueden transformar lo no deseado en algo maravilloso.

Este cuento enseña a los niños la importancia del reciclaje, el cuidado del medio ambiente y el trabajo en equipo. Plastilín, Papelitos y Comilona nos muestran que, con creatividad y colaboración, podemos hacer de nuestro mundo un lugar mejor y más feliz.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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