Cuentos de Valores

La Familia de Milton

Lectura para 1 año

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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Había una vez, en un pequeño pueblo lleno de casas acogedoras y jardines coloridos, vivía un niño llamado Milton. Milton tenía el cabello pelirrojo y fino, ojos grises brillantes y una sonrisa simpática que alegraba el día de cualquiera. Vivía con su mamá y su papá en una casa hermosa, rodeada de flores y árboles.

La mamá de Milton, una mujer de tamaño mediano con cabello rubio y ondulado, tenía una voz dulce y ojos marrones llenos de ternura. Trabajaba junto a papá vendiendo casas y autos, y siempre encontraba tiempo para cuidar de su familia. El papá de Milton, un hombre con ojos verdes y cabello castaño, disfrutaba de la jardinería y los viajes. También trabajaba con mamá, y juntos eran un gran equipo.

A veces, los fines de semana, la familia de Milton visitaba a su tío Óscar y su tía Olga en el campo. El tío Óscar, hermano de papá, trabajaba en el campo cosechando y cuidando del ganado. Era un hombre fuerte y amable, siempre dispuesto a ayudar a los demás. La tía Olga, su esposa, preparaba deliciosos postres y le encantaba cocinar. En el cumpleaños del tío Óscar, ella le hacía una rica milhojas con mucho amor.

Milton adoraba visitar el campo. Le encantaba correr por los campos verdes, ayudar a su tío Óscar con los animales y disfrutar de los deliciosos postres de la tía Olga. Además, le gustaba pasar tiempo con su primo Alexis y su esposa Joana, quienes también vivían en el campo y colaboraban en todas las tareas.

Un día, mientras Milton jugaba en el jardín de su casa, mamá y papá le dijeron que era hora de visitar el campo. Milton se puso muy contento y corrió a preparar su mochila. Sabía que cada visita al campo era una nueva aventura.

Cuando llegaron, el tío Óscar y la tía Olga los recibieron con los brazos abiertos. “¡Bienvenidos!” dijo el tío Óscar, abrazando a papá. “Tenemos mucho trabajo por hacer hoy, y Milton puede ayudarnos.”

“¡Claro que sí!” respondió Milton con entusiasmo. Le encantaba ayudar en el campo y aprender cosas nuevas.

Ese día, el tío Óscar llevó a Milton a cuidar de las vacas. Le enseñó cómo alimentarlas y cómo asegurarse de que estuvieran sanas y felices. Milton prestaba mucha atención y hacía preguntas, fascinado por todo lo que aprendía. El tío Óscar sonreía, orgulloso de su sobrino.

Mientras tanto, mamá y papá ayudaban a la tía Olga en la cocina. Preparaban una gran comida para todos, con ingredientes frescos del campo. La tía Olga enseñó a mamá cómo hacer su famoso pastel de manzana, y papá cortaba las verduras para la ensalada.

Después de una mañana de trabajo, todos se reunieron para almorzar. La mesa estaba llena de comida deliciosa, y todos estaban felices de estar juntos. Milton se sentó entre su primo Alexis y Joana, quienes le contaron historias divertidas sobre sus propias aventuras en el campo.

“Milton, ¿quieres ir a buscar huevos con nosotros después del almuerzo?” preguntó Alexis.

“¡Sí, claro!” respondió Milton, emocionado por la idea de buscar huevos frescos.

Después de comer, Milton, Alexis y Joana fueron al gallinero. Joana le mostró a Milton cómo recoger los huevos sin romperlos y cómo cuidar de las gallinas. Milton lo hizo muy bien y se sintió muy orgulloso de sí mismo.

Mientras tanto, el tío Óscar y papá arreglaban la cerca del campo. Trabajaban juntos, hablando y riendo mientras trabajaban. Mamá y la tía Olga limpiaban la cocina y preparaban una merienda para la tarde.

Cuando el sol empezó a ponerse, todos se reunieron de nuevo en la casa. La tía Olga había preparado una rica milhojas para el postre, y todos se sentaron alrededor de la mesa para disfrutar de la comida y de la compañía.

“Hoy ha sido un día maravilloso,” dijo papá, sonriendo a su familia. “Estoy muy agradecido por tenerlos a todos.”

“Sí, la familia es lo más importante,” añadió mamá, mirando a Milton con cariño. “Y siempre debemos cuidarnos y apoyarnos mutuamente.”

Milton se sintió muy feliz. Sabía que tenía una familia increíble que siempre estaría allí para él. Aprendió que lo más valioso en la vida no eran las cosas materiales, sino el amor y el apoyo de su familia.

Después de la merienda, todos se reunieron en la sala para contar historias y cantar canciones. El tío Óscar tocaba la guitarra, y todos cantaban juntos. Milton se acurrucó entre mamá y papá, sintiéndose seguro y amado.

Esa noche, cuando Milton se acostó, pensó en lo afortunado que era por tener una familia tan maravillosa. Cerró los ojos y se quedó dormido con una sonrisa en el rostro, soñando con nuevas aventuras en el campo y con el amor de su familia.

Y así, Milton aprendió lo importante que es la familia. Siempre se sintió agradecido por el amor y el apoyo que recibía de mamá, papá, el tío Óscar, la tía Olga, Alexis y Joana. Sabía que, sin importar lo que pasara, siempre tendría a su familia a su lado.

Con el tiempo, Milton creció y se convirtió en un joven fuerte y amable, siempre recordando las lecciones de su infancia. Cada vez que visitaba el campo, se sentía lleno de felicidad y gratitud. La familia de Milton siguió unida y feliz, demostrando que el verdadero valor de la vida está en el amor y la amistad que compartimos con nuestros seres queridos.

Fin

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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