Cuentos de Valores

La tempestad interior: un viaje hacia la calma

Lectura para 2 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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Había una vez en un pequeño pueblo, donde el cielo siempre se pintaba de azules y los pájaros cantaban felices al amanecer, dos amigos muy especiales: Emir y Caleb. Emir era un niño con una sonrisa brillante y un gran corazón lleno de sueños. Caleb, su amigo, era un pequeño y juguetón perrito que siempre estaba a su lado, moviendo su cola de un lado a otro con alegría.

Un día soleado, Emir y Caleb decidieron salir a jugar al parque. La mamá de Emir, una mujer muy cariñosa que siempre les contaba historias, les preparó un pícnic con deliciosas galletas y un zumo refrescante. «Recuerden, mis pequeños exploradores,» les dijo mamá con una sonrisa, «siempre es importante compartir y cuidar unos de otros.»

Emir y Caleb se miraron emocionados y respondieron al unísono: «¡Sí, mamá!» Luego, tomaron su cesta y salieron de casa, corriendo y saltando. El parque era un lugar mágico, con árboles altos, flores de mil colores y una gran estructura de juego donde podían trepar y deslizarse.

Mientras jugaban, Emir conoció a una nueva amiguita que se llamaba Lila. Ella tenía el cabello rizado y una risa contagiosa. «¡Hola! ¿Quieres jugar con nosotros?» preguntó Emir, bienvenido y emocionado por tener un nuevo amigo. Lila sonrió y dijo que sí. Caleb, que estaba dando vueltas alrededor de ellos, también se unió a la fiesta.

Después de un rato de jugar, Emir y Lila empezaron a saltar y a correr como si fueran dos pequeños canguros. Pero en un momento, Lila tropezó y cayó al suelo, haciéndose un pequeño rasguño en la rodilla. Se puso a llorar y Emir, al ver esto, se sintió un poco confundido. No sabía qué hacer; nunca había visto a alguien tan triste.

Caleb, que era muy astuto, corrió hacia Lila y le dio un suave lametón en la mano. «¡Caleb! Eso es muy amable de tu parte,» dijo Emir. «Lila, no llores. A veces, las cosas pueden doler, pero siempre podemos encontrar una manera de sentirnos mejor.»

Lila miró a Emir con sus ojos plenos de lágrimas y dijo: «Pero me duele mucho.» Emir pensó en lo que su mamá le había enseñado sobre compartir y cuidar unos de otros. Entonces, se arrodilló junto a ella y le ofreció su galleta favorita. «Toma esta galleta, es deliciosa. Tal vez te ayude a sentirte mejor.»

Lila sonrió un poco mientras tomaba la galleta, pero todavía estaba preocupada. «Gracias, Emir. Aunque me duele, creo que todo se sentirá mejor si puedo jugar de nuevo.» Emir entendió que a veces lo que se necesita es un poco de amor y compañía.

«¡Vamos, tú puedes!» animó Emir, mientras Caleb movía la cola en señal de apoyo. «Podemos ser un equipo. Voy a ayudarte a levantarte.» Con la ayuda de Emir, Lila se levantó poco a poco y, después de limpiarse las lágrimas, comenzó a sonreír de nuevo.

Empezaron a jugar otra vez, riendo y corriendo. Pero de repente, el cielo comenzó a nublarse. Las nubes grises cubrieron el sol y un viento fuerte empezó a soplar. «¡Oh no! ¡Parece que va a llover!» dijo Emir, mirando al cielo con preocupación.

Lila, que había estado tan inmersa en su juego, ahora se sentía un poco asustada. «¿Y si empieza una tormenta?» preguntó, con los ojos muy abiertos. «Me da miedo.»

Emir pensó rápidamente. Sabía que en esos momentos, es importante ser valiente y ayudar a otros. «No te preocupes, Lila,» dijo Emir calmadamente. «Si nos unimos, todo estará bien. Podemos encontrar un lugar seguro. Mama siempre dice que debemos cuidar a nuestros amigos.»

«¿Adónde podemos ir?» preguntó Lila, mirando a su alrededor. Antes de que Emir pudiera responder, Caleb comenzó a ladrar y movió su cola hacia un gran árbol. “¡Mira! Podemos refugiarnos bajo ese árbol grande hasta que pase la tormenta.”

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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