Cuentos de Valores

Pepelin el Payaso que Perdió su Sonrisa, y el Paseo que la Devolvió

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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En un pequeño pueblo lleno de risas y colores, vivía un payaso llamado Pepelín. Él era conocido por sus increíbles trucos de magia, sus globos de todos los colores y, sobre todo, por su maravillosa sonrisa. Cada vez que aparecía en la plaza del pueblo, todos los niños corrían a verlo, pues su alegría contagiosa iluminaba el día más nublado. Pero un día, algo extraño sucedió. Pepelín se despertó y notó que su sonrisa había desaparecido.

Preocupado, Pepelín se miró en el espejo. “¿Dónde está mi sonrisa?”, se preguntó, frunciendo el ceño. No importaba cuántos globos inflara o cuántos chistes contara, no lograba sonreír. Esa mañana, decidió visitar a su mejor amigo, Fabiolo, un astuto zorro que siempre sabía cómo encontrar soluciones a los problemas.

Cuando llegó a la casa de Fabiolo, el zorro estaba organizando su colección de piedras preciosas. “¡Buenos días, Pepelín! ¿Por qué tienes esa cara larga? Pareces un plátano triste”, le dijo Fabiolo, riéndose. Pero al ver que Pepelín no se reía, su expresión cambió. “¿Te pasa algo?”.

“Sí, Fabiolo”, suspiró Pepelín, “he perdido mi sonrisa y no sé cómo recuperarla”. Fabiolo, tras pensar un instante, dijo: “Vamos a dar un paseo. A veces, un cambio de aires puede ayudar”. Pepelín asintió y los dos amigos se pusieron en marcha.

Mientras caminaban por el bosque, comenzaron a charlar sobre cosas divertidas. Pepelín intentaba concentrarse en lo que decía Fabiolo, que hablaba de las travesuras que hacía con otros animales, pero su sonrisa seguía ausente. De repente, se encontraron con un pequeño grupo de animales: un pajarito, una tortuga y un pequeño conejo. Al ver a Pepelín, todos se acercaron con entusiasmo.

“¡Hola, Pepelín! ¡Haz un truco!”, le gritaron los animales. Aunque Pepelín quería hacerlos felices, no podía. Solo se sentó en una roca y les dijo: “Lo siento, amigos, pero hoy no puedo hacer nada divertido. He perdido mi sonrisa”. Los animales se miraron preocupados, mientras el pajarito dijo: “Pero, ¿cómo podemos ayudarte?”.

Fue entonces cuando el conejito, lleno de energía, propuso: “¿Por qué no hacemos una sorpresa para Pepelín? ¡Un espectáculo de talentos!”. Todos comenzaron a planear cómo sorprender a su amigo. La tortuga haría un baile, el pajarito cantaría una canción y el conejito contaría chistes.

Mientras los animales se preparaban, Pepelín se sentó un poco apartado. No podía evitar sentir que su ingratitud había oscurecido la alegría de los demás. En ese momento, apareció una anciana ardilla que los miraba desde un árbol cercano. “¿Qué les pasa a todos ustedes?”, preguntó con curiosidad. Los animales le contaron la historia de Pepelín y su sonrisa perdida.

La ardilla reflexionó y luego respondió con voz dulce: “A veces, lo que necesitamos es recordar lo que nos hace feliz y compartirlo con otros. Pepelín, ¿te gustaría escuchar una historia sobre la valentía?”.

Pepelín, aunque inseguro, asintió. La ardilla comenzó su relato: “Había una vez un pequeño ratón que temía a su sombra. Un día, decidió enfrentarse a su miedo y se dio cuenta de que su sombra solo era un reflejo de sí mismo. El pequeño ratón, al final, se volvió el ratón más valiente del bosque, y su risa llenó de alegría a todos sus amigos”.

Pepelín sintió cómo una pequeña chispa de alegría empezaba a crecer en su interior. “Quizás lo que necesito es enfrentar este sentimiento”, pensó. En ese momento, los animales terminaron de prepararse y comenzaron su espectáculo. La tortuga, con mucho cuidado, hizo su mejor baile, moviendo sus patas con gracia. El pajarito cantó una melodía hermosa, mientras el conejo relataba chistes que hacían reír a todos.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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