Cuentos de Amistad

La Banda Mágica de Canterlot

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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En la escuela secundaria Canterlot, un grupo de amigos muy especiales solía reunirse después de clases en el salón de música. Jhoan, Celeste, Iker, Hellen y Santiago formaban una banda increíble. Cada uno de ellos tenía un talento especial para la música, pero había algo aún más asombroso que los unía: la magia.

Un día, Celeste, una chica muy curiosa y amante de la ciencia, tuvo una idea brillante. Quería descubrir cómo funcionaba la magia en el mundo humano y por qué a sus amigos les aparecían orejas, alas y colas de pony cada vez que tocaban sus instrumentos. Así que decidió llevar su equipo de laboratorio al salón de música y hacer un experimento.

«Tengo una teoría,» anunció Celeste con entusiasmo, mientras ajustaba sus gafas. «Creo que la magia que nos transforma tiene una explicación científica, y hoy vamos a descubrirla.»

Jhoan, un chico alegre con cabello rizado y siempre lleno de energía, estaba afinando su guitarra. «¿De verdad crees que puedes encontrar la respuesta, Celeste?» preguntó con una sonrisa.

«Por supuesto,» respondió Celeste con determinación. «Solo necesito registrar algunos datos mientras ustedes tocan sus instrumentos.»

Iker, el pensativo del grupo, que tocaba el bajo, observó a Celeste con interés. «Suena emocionante, Celeste. Estoy listo para ayudar.»

Hellen, una chica amable con larga melena rubia, se sentó al teclado y sonrió. «Será divertido descubrir cómo funciona nuestra magia.»

Santiago, el calmado del grupo, sostuvo sus baquetas de batería y asintió. «Vamos a intentarlo.»

Con todos listos, comenzaron a tocar su canción favorita. La música llenó el salón, y pronto comenzaron a suceder cosas mágicas. Las orejas de pony aparecieron en sus cabezas, las alas brillantes brotaron en sus espaldas, y Jhoan y Santiago desarrollaron colas relucientes.

Celeste observaba con atención, anotando todo en su cuaderno. «¡Es increíble! La energía mágica se concentra alrededor de ustedes cuando tocan.»

Mientras la banda seguía tocando, algo extraño sucedió. Una luz brillante envolvió a los amigos y, de repente, se encontraron en un lugar desconocido. El salón de música había desaparecido, y en su lugar había un bosque mágico lleno de criaturas fantásticas.

«¿Dónde estamos?» preguntó Iker, mirando a su alrededor con asombro.

«No lo sé,» respondió Jhoan. «Pero parece que hemos sido transportados por nuestra música.»

De entre los árboles, apareció un unicornio con un cuerno brillante y crines de arcoíris. «Bienvenidos al Bosque Encantado,» dijo el unicornio con una voz suave. «Soy Estrella, la guardiana de este lugar. Su música ha despertado una antigua magia.»

Celeste, fascinada, se acercó a Estrella. «Estamos aquí por accidente. Solo queríamos entender nuestra magia.»

«Su magia es especial,» explicó Estrella. «Es una combinación de sus talentos y su amistad. Aquí en el Bosque Encantado, pueden aprender más sobre ella y cómo usarla para el bien.»

Los amigos decidieron quedarse y aprender. Estrella los guió a través del bosque, enseñándoles sobre las plantas mágicas, los animales parlantes y los secretos de la naturaleza. Descubrieron que podían usar su música para curar plantas, calmar animales y crear maravillas en el bosque.

Una noche, mientras tocaban una melodía suave alrededor de una fogata, Celeste tuvo una idea. «Podemos usar nuestra música para ayudar a los demás, no solo aquí, sino también en el mundo humano.»

Los amigos estuvieron de acuerdo. Decidieron que, una vez que regresaran a Canterlot, usarían su música mágica para mejorar su escuela y su comunidad.

Al día siguiente, Estrella les dio un regalo especial: un amuleto mágico para cada uno. «Estos amuletos les permitirán usar su magia en cualquier lugar,» dijo Estrella. «Recuerden siempre usarla con sabiduría y bondad.»

Con los amuletos en mano, los amigos se despidieron de Estrella y del Bosque Encantado. Volvieron a tocar su canción favorita y, poco a poco, la luz brillante los envolvió de nuevo. Cuando la luz se desvaneció, estaban de regreso en el salón de música de su escuela.

«¡Lo logramos!» exclamó Hellen, emocionada.

«Y ahora tenemos la magia con nosotros,» agregó Jhoan, sosteniendo su amuleto.

Desde ese día, Jhoan, Celeste, Iker, Hellen y Santiago usaron su música mágica para hacer el bien. Ayudaron a sus compañeros de clase, mejoraron el ambiente escolar y trajeron alegría a todos a su alrededor. Se convirtieron en leyendas en Canterlot, conocidos como la Banda Mágica.

Cada vez que tocaban, la magia de la amistad brillaba a su alrededor, recordándoles siempre la importancia de estar unidos y usar sus talentos para el bien. Y así, en la escuela secundaria Canterlot, la Banda Mágica siguió creando maravillas, demostrando que la verdadera magia está en la amistad y en el corazón de quienes creen en ella.

Fin

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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