Los Amigos Furever

En una pequeña escuela, ubicada en un pintoresco pueblo rodeado de montañas y ríos, vivían cinco amigos inseparables: Jhoan, Iker, Santiago, Celeste y Hellen. Estos niños eran conocidos en toda la escuela no solo por su fuerte amistad, sino también por un secreto muy especial que compartían. Durante el día, eran niños normales que asistían a clases, jugaban en el recreo y hacían sus tareas. Pero al caer la noche, cuando el último rayo de sol se desvanecía, se convertían en mitad humanos y mitad monstruos.

Un viernes después de clases, Jhoan, Iker, Santiago, Celeste y Hellen decidieron reunirse en el parque cercano a la escuela. Era su lugar favorito para pasar el tiempo juntos y planear sus aventuras nocturnas. A medida que el sol comenzaba a esconderse detrás de las montañas, los niños se sentaron en su rincón secreto del parque, bajo un enorme árbol que parecía haber estado allí desde siempre.

«¿Están listos para esta noche?» preguntó Jhoan, mientras sacaba de su mochila un mapa viejo y desgastado.

«¡Por supuesto!» exclamó Iker, con una sonrisa que revelaba su entusiasmo. «Esta noche encontraremos la brillante de dragón, lo sé.»

Celeste y Hellen asintieron emocionadas, mientras Santiago, siempre el más reflexivo del grupo, observaba el mapa con atención. «Debemos tener cuidado,» dijo Santiago, «la luna llena hará que nuestras transformaciones sean más intensas. Pero también es la única noche en que podremos encontrar la brillante de dragón.»

Cuando el último rayo de sol desapareció, los cinco amigos sintieron el conocido hormigueo que anunciaba su transformación. Sus ropas cambiaron de color y sus cuerpos comenzaron a adoptar características de sus formas monstruosas. Jhoan se convirtió en un ser con alas de murciélago y ojos brillantes. Iker, en una criatura con garras y pelo dorado. Santiago, en un monstruo con escamas brillantes y una cola larga. Celeste, en una figura con orejas puntiagudas y colmillos afilados. Y Hellen, en una criatura con alas de mariposa y cabello que resplandecía como el fuego.

«Vamos, amigos, el mapa dice que la brillante de dragón está en el corazón del bosque,» dijo Hellen, desplegando sus alas y tomando la delantera.

Mientras caminaban por el bosque, la luz de la luna llena iluminaba su camino. El bosque, que durante el día parecía un lugar común, ahora se transformaba en un lugar mágico y misterioso. Los árboles susurraban secretos antiguos y las criaturas nocturnas observaban con curiosidad a los cinco amigos.

Después de una caminata que les pareció interminable, llegaron a un claro en el bosque. En el centro, sobre una roca enorme, vieron una pequeña gema que brillaba con la luz de mil estrellas. Era la brillante de dragón.

«Ahí está,» susurró Celeste, «¡la encontramos!»

Sin embargo, cuando se acercaron a la gema, una figura apareció de la nada. Era un dragón, pero no uno cualquiera. Este dragón tenía una apariencia imponente, con escamas iridiscentes que reflejaban la luz de la luna, y ojos que parecían mirar directamente a sus almas.

«¿Quiénes se atreven a entrar en mi dominio?» rugió el dragón, su voz resonando en todo el claro.

Los amigos, aunque asustados, no retrocedieron. Jhoan dio un paso adelante y dijo con valentía, «Somos Jhoan, Iker, Santiago, Celeste y Hellen. Buscamos la brillante de dragón para completar nuestra misión.»

El dragón los miró detenidamente y, para sorpresa de los niños, comenzó a reír. «Veo que su amistad es fuerte y su coraje aún más. Para conseguir la brillante de dragón, deben pasar una última prueba. Deben encontrar sus mascotas monstruo, que están escondidas en este bosque. Solo entonces podrán llevarse la gema.»

Con la misión clara, los amigos se dispersaron por el bosque en busca de sus mascotas monstruo. Jhoan fue el primero en encontrar la suya, un pequeño dragón con escamas de colores que lo miraba con ojos curiosos. «Te llamaré Spark,» dijo Jhoan, acariciando la cabeza del dragón.

Iker encontró un lobo con pelaje dorado y ojos inteligentes. «Serás Goldie,» dijo Iker, abrazando a su nueva mascota. Hellen encontró un ave fénix de colores brillantes y dijo, «Te llamaré Blaze.»

Celeste encontró un gato con pelaje negro y ojos verdes brillantes. «Serás Shadow,» dijo Celeste, acariciando suavemente al gato. Pero Santiago no encontraba a su mascota. Caminó por el bosque, buscando y buscando, pero no había rastro de su monstruo.

Desanimado, Santiago se sentó en una roca y suspiró. «¿Dónde estás?» murmuró. Justo en ese momento, un conejo con pelaje plateado y orejas largas salió de entre los arbustos. Se acercó a Santiago y lo miró con ojos brillantes. Santiago sonrió y dijo, «Te llamaré Moon.»

Con sus mascotas monstruo a su lado, los cinco amigos regresaron al claro donde el dragón los esperaba. «Han demostrado su valía,» dijo el dragón, «la brillante de dragón es suya.»

Jhoan tomó la gema con cuidado y la guardó en su mochila. «Gracias,» dijo, haciendo una reverencia al dragón. Con la misión cumplida, los amigos regresaron al parque justo cuando los primeros rayos del sol comenzaban a iluminar el horizonte.

Cuando el sol salió por completo, las transformaciones se deshicieron y los niños volvieron a ser humanos. Sus mascotas monstruo se convirtieron en peluches adorables que llevaban consigo a todas partes. Aunque la noche había terminado, la magia de su amistad permanecía intacta.

Desde ese día, Jhoan, Iker, Santiago, Celeste y Hellen fueron conocidos como los Amigos Furever. Su amistad, reforzada por sus aventuras nocturnas y sus mascotas monstruo, era más fuerte que nunca. Sabían que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre tendrían el uno al otro.

Y así, en la pequeña escuela del pintoresco pueblo, la leyenda de los Amigos Furever continuó creciendo, inspirando a otros niños a valorar la amistad y a creer en la magia que reside en sus corazones.