Cuentos de Amor

El Jardín Mágico de los Colores

Lectura para 4 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

En un pequeño pueblo donde las casas parecían pintadas con los pinceles de un artista, vivían Michelle, Sammy y Yayi. Los tres amigos compartían un secreto maravilloso: un jardín mágico donde los colores cobraban vida.

Un día soleado, mientras el cielo jugaba a teñirse de azul y naranja, Michelle propuso una aventura. «¿Y si vamos al jardín y le pedimos a los colores que nos muestren algo nuevo hoy?» dijo con una sonrisa que contagiaba entusiasmo.

Sammy, siempre curioso, asintió emocionado. Yayi, con sus coletas saltando al compás de su alegría, aplaudió la idea. Cogieron sus sombreros y, como tres pequeños exploradores, se dirigieron al corazón del jardín donde la magia esperaba.

Al llegar, el jardín les recibió con una explosión de matices. Los árboles saludaban con hojas que bailaban del verde al amarillo, y las flores susurraban en tonos de violeta y carmesí. «¡Es increíble cómo cambian!», exclamó Yayi mientras una mariposa azul aterrizaba en su mano.

Michelle, que llevaba consigo un pequeño libro de dibujo, comenzó a garabatear rápidamente. «Vamos a crear un mural con lo que veamos hoy. ¡Será nuestro mapa de colores!», propuso.

Mientras los niños se adentraban más, el jardín comenzó a cambiar. Los colores se tornaban más vivos, casi como si estuviesen escuchando y respondiendo a las risas y charlas de los amigos. De repente, delante de ellos, apareció un arcoíris tocando el suelo, un puente de siete colores que invitaba a cruzar.

«¿Dónde nos llevará?», preguntó Sammy con los ojos abiertos de asombro. Sin pensarlo, los tres amigos tomaron de la mano y pasaron bajo el arco, entrando a una nueva sección del jardín que nunca habían visto antes.

Allí, cada color representaba un sentimiento. El rojo vibraba con fuerza y pasión, llenando de energía a quien lo tocaba. El azul traía calma y serenidad, y el verde renovaba el espíritu con esperanza. «Es como si cada color tuviera vida propia y nos contara una historia», murmuró Michelle, mientras sentía el cálido abrazo del naranja, que despertaba su creatividad.

Decididos a llevar un poco de esa magia a casa, los amigos recogieron flores de cada color, cuidadosamente, prometiéndoles que las cuidarían. Al volver, con las manos llenas de colores y corazones llenos de alegría, se dispusieron a pintar el mural que habían imaginado.

Día tras día, el mural en la pared del cuarto de juegos de Sammy creció. Cada flor pintada no solo traía color, sino también la magia y los sentimientos que habían experimentado. El mural se convirtió en un recuerdo vivo de su aventura, un mapa de un jardín mágico donde los colores hablaban y los sentimientos danzaban libres.

Una tarde, mientras observaban su obra completa, Michelle susurró, «Cada vez que miremos este mural, recordemos que, como los colores, nuestros sentimientos son mágicos y poderosos. Y lo más importante, que siempre tenemos el uno al otro para compartir esta magia.»

Y así, entre pinceladas de sueños y risas, Michelle, Sammy y Yayi aprendieron que en la familia que habían formado, y en su jardín secreto, la magia de los colores y el amor siempre estarían presentes para iluminar sus días.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario