Cuentos de Amor

La familia feliz y el angelito Agustín

Lectura para 2 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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Había una vez una familia muy feliz y llena de amor. Esta familia estaba compuesta por Mamá, Papá, Cleme y su fiel compañera Mila. Mamá tenía 30 años, con pelo castaño y una sonrisa siempre luminosa. Papá también tenía el pelo castaño y era muy cariñoso y divertido.

Cleme, el pequeño de la familia, tenía solo 2 años, con su pelo castaño y sus grandes ojos que brillaban de alegría. Su mejor amiga era Mila, un perro pequeño de color blanco con manchas cafés. A Cleme le encantaba jugar con sus autitos y pelotas, siempre acompañado de Mila, Mamá y Papá. Juntos, formaban una familia llena de risas y momentos felices.

Un día, mientras jugaban en el jardín, un angelito bebé llamado Agustín los observaba desde el cielo. Agustín siempre había deseado jugar con Cleme, Mamá, Papá y Mila porque veía cuánto amor y felicidad irradiaban. Un día, Agustín decidió que ya no quería solo mirar desde lejos; quería unirse a esa maravillosa familia y ser parte de sus juegos y aventuras.

Agustín, con sus alitas resplandecientes, bajó del cielo y se presentó ante la familia. Todos se sorprendieron y se llenaron de alegría al ver al angelito bebé. Agustín les contó cuánto deseaba jugar con ellos y cuánto amor sentía por ellos desde el cielo. Mamá y Papá, conmovidos por sus palabras, le dijeron que podía quedarse con ellos y ser el hermano bebé de Cleme.

Cleme estaba emocionado de tener un nuevo hermano con quien jugar. Agustín, agradecido y lleno de felicidad, decidió que quería quedarse para siempre. Para poder convertirse en un bebé humano, Agustín se metió adentro de la barriga de Mamá. Mamá y Papá le explicaron a Cleme que pronto tendría un hermanito con quien compartir todos sus juguetes y aventuras.

Durante los siguientes nueve meses, la barriga de Mamá creció y creció. Cleme y Mila estaban muy emocionados y no podían esperar para conocer a Agustín. Finalmente, llegó el día en que Agustín iba a nacer. Papá llevó a Mamá a la clínica, y Cleme y Mila esperaron pacientemente en casa, ansiosos por conocer a su nuevo hermanito.

Cuando Mamá y Papá regresaron a casa, llevaban en sus brazos a un bebé hermoso. Cleme miró a Agustín con asombro y amor. Era un bebé muy especial, con una sonrisa que iluminaba toda la habitación. Cleme sabía que Agustín era el mejor regalo que podía haber recibido.

Desde ese día, Cleme, Mila, Mamá, Papá y Agustín vivieron muchas aventuras juntos. Mamá y Papá enseñaron a Cleme cómo cuidar de su hermanito. Cleme le cantaba canciones, le daba su biberón y jugaba con él todos los días. Mila, la pequeña perrita, también se convirtió en una gran protectora de Agustín, siempre vigilando y cuidándolo.

A medida que pasaban los días, Cleme y Agustín se hicieron inseparables. Juntos jugaban en el jardín, corrían tras la pelota y construían grandes castillos de arena. Mamá y Papá los observaban con amor y felicidad, agradecidos por tener una familia tan maravillosa.

Un día, mientras jugaban bajo el sol, Cleme miró al cielo y vio una nube que parecía un ángel. Sonrió y supo que Agustín había venido del cielo para hacerlos aún más felices. La familia continuó viviendo sus días llenos de amor, risas y aventuras. Siempre recordando que el amor y la felicidad que compartían era tan grande que incluso un angelito del cielo había querido ser parte de ella.

Y así, Mamá, Papá, Cleme, Mila y Agustín vivieron felices para siempre, disfrutando cada momento juntos y agradeciendo cada día por el amor que los unía.

Fin

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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