Había una vez una niña llamada Lulu. Él tenía el cabello recogido en dos lindas colitas y siempre llevaba un vestido de colores brillantes. Un día, mientras jugaba en el parque, conoció a una niña llamada Lusi. Él tenía el cabello corto y liso, y le gustaba mucho jugar en el tobogán.
Lulu y Lusi se hicieron amigas muy rápido. Juntas jugaban a las escondidas, saltaban la cuerda y construían castillos de arena. Pero un día, algo cambió. En el parque había un niño llamado Mario. Mario tenía el cabello corto y siempre sonreía. Lulu y Lusi pensaban que Mario era muy guapo.
Cada vez que Lulu y Lusi jugaban juntas, hablaban de Mario. A ambas les gustaba mucho Mario, pero no sabían cómo decirlo. Lulu se sentía un poco triste porque pensaba que Lusi ya no quería ser su amiga. Y Lusi también estaba triste porque pensaba lo mismo de Lulu.
Un día, mientras jugaban en el parque, llegó un nuevo niño. Su nombre era Lukas. Lukas tenía unos lentes grandes y una sonrisa muy amable. A Lusi le gustó mucho hablar con Lukas porque él era muy divertido y siempre tenía historias interesantes para contar.
Lulu, por otro lado, empezó a hablar más con Mario. Mario era muy amable y le gustaba jugar a la pelota. Lulu se dio cuenta de que Mario no solo era guapo, sino que también era muy bueno y siempre la hacía reír.
Lulu y Lusi se dieron cuenta de que no necesitaban pelear por Mario. Lulu podía ser amiga de Mario y Lusi podía ser amiga de Lukas. Se dieron cuenta de que lo importante no era solo cómo alguien se veía, sino cómo era su corazón.
Lulu y Lusi volvieron a ser las mejores amigas de siempre. Jugaban juntas en el parque con Mario y Lukas. Tita, otra amiga con cabello rizado, también se unió al grupo. Todos juntos se divertían mucho.
Al final del día, Lulu y Lusi aprendieron una lección muy importante. Aprendieron que la verdadera amistad es lo más valioso y que siempre es mejor conocer a las personas por cómo son en su interior, no solo por cómo se ven por fuera.
Y así, en el pequeño parque lleno de risas y juegos, Lulu, Lusi, Mario, Lukas y Tita vivieron muchas aventuras juntos, siempre recordando que la amistad y el amor verdadero están en el corazón.
Fin.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.