Cuentos de Amor

Maite y José Luis, un Amor de Oro

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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En el corazón de un pintoresco pueblo, rodeado de montañas que acariciaban el cielo con sus cumbres, vivían Maite y Jose Luis. Su amor, forjado a lo largo de cincuenta años, era un testimonio vivo de la devoción y la felicidad compartida. Este año, la pareja celebraba sus bodas de oro, un hito que no solo marcaba medio siglo de unión sino también el comienzo de un nuevo capítulo en su vida juntos.

La celebración tenía lugar en el jardín trasero de su hogar, un espacio que habían cuidado juntos y que ahora estaba adornado con flores de mil colores, guirnaldas luminosas que bailaban al viento, y una larga mesa vestida de blanco, como si fuera parte de una elegante fiesta de antaño. La mesa, decorada con centros florales que Maite había diseñado, reflejaba la belleza y la simplicidad que habían caracterizado su vida en común.

Los invitados comenzaron a llegar al atardecer, cuando el cielo se pintaba de tonos rosas y dorados, creando el telón de fondo perfecto para la ocasión. Familiares y amigos, algunos de los cuales habían sido testigos de su boda hace cincuenta años, se reunían ahora para celebrar el amor eterno de Maite y Jose Luis. Los rostros amables y las risas llenaban el aire, mientras todos esperaban el momento central de la celebración.

Cuando Maite y Jose Luis hicieron su entrada, el jardín se llenó de aplausos y vítores. Maite, con su cabello corto y ondulado teñido por el paso del tiempo, y Jose Luis, distinguido con su bigote fino y su cabello canoso peinado hacia atrás, se veían radiantes. Sus manos entrelazadas eran el símbolo de una vida juntos, de desafíos superados y de sueños compartidos.

El acto central de la noche fue la renovación de sus votos. Frente a sus seres queridos, Maite y Jose Luis se prometieron amor, respeto y compañía, no solo por lo que ya habían vivido, sino por todos los días que aún les quedaban por compartir. Fue un momento emotivo, donde no faltaron las lágrimas de alegría y los abrazos cálidos.

Tras la ceremonia, el baile se apoderó de la noche. La música, que combinaba melodías clásicas con algunas modernas para el disfrute de todas las generaciones presentes, invitaba a todos a la pista. Maite y Jose Luis, rodeados de familiares y amigos, bailaron su canción favorita, aquella que había sonado en su boda hace cincuenta años. Era un círculo que se cerraba y, a la vez, se abría hacia nuevas experiencias.

La celebración se extendió hasta las primeras horas de la noche, con historias compartidas, risas y el ocasional brindis en honor a la pareja. Cada momento, cada pequeña alegría, era un reflejo del amor que Maite y Jose Luis se tenían, un amor que había crecido y se había fortalecido con el tiempo.

Cuando los últimos invitados se despidieron y las luces del jardín comenzaron a apagarse, Maite y Jose Luis se tomaron un momento para contemplar el cielo estrellado. En el silencio de la noche, recordaron los momentos vividos, los desafíos superados y los sueños cumplidos. Sabían que su amor, como el oro, era precioso y duradero.

Y así, bajo el manto de la noche, Maite y Jose Luis se prometieron seguir caminando juntos, de la mano, enfrentando lo que el destino les reservara con la misma fuerza y amor que los había mantenido unidos durante cincuenta años. Porque su historia no era solo una historia de amor, sino una leyenda de compromiso, respeto y cariño que perduraría por siempre, como un verdadero amor de oro.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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