Cuentos de Humor

El Ingenioso Plan de Sofía

Lectura para 11 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

Puntuación:

5
(1)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
5
(1)

En el pequeño y colorido pueblo de Las Margaritas, la vida transcurría entre risas y el cantar de los pájaros. Entre sus habitantes destacaban tres personajes muy peculiares: Cesario Valdomero, un anciano de mirada traviesa y bigote rizado; Anacleta Vargas, una mujer de edad respetable y carácter férreo; y la joven Sofía, una niña inteligente y de espíritu libre.

Cesario, conocido por todos como el abuelo más juguetón del pueblo, tenía una peculiaridad que no a todos agradaba. A sus ochenta años, todavía le gustaba admirar la belleza de las damas jóvenes del pueblo, incluida la pequeña Sofía. Esto, claro está, no era bien visto por los demás, y mucho menos por Anacleta, quien había sido amiga de la familia de Sofía desde hacía décadas.

Un día de verano, mientras Sofía jugaba cerca de la fuente del pueblo, Cesario se acercó con su habitual sonrisa pícara. “Buenos días, querida Sofía, ¿cómo te encuentras en este hermoso día?”, preguntó con un tono excesivamente meloso.

Sofía, que había escuchado rumores sobre el viejo Cesario, decidió que era momento de enseñarle una lección. “Estoy muy bien, señor Valdomero, pero he oído que quiere verme a escondidas, ¿es eso cierto?”, preguntó con inocencia fingida.

Cesario, sorprendido por la pregunta directa de la niña y sin saber que estaba siendo parte de un plan, asintió rápidamente con la cabeza, su bigote tembloroso. “Ah, sí, sí, querida. Quería mostrarte mi colección de mariposas, es muy bonita. ¿Te gustaría verla mañana, en el viejo molino? Pero, shh, no le digas a nadie, será nuestro pequeño secreto”.

Sofía asintió con una sonrisa astuta y corrió a casa. Sin perder tiempo, fue directo donde Anacleta, quien estaba en su jardín cuidando sus rosas. “¡Doña Anacleta!”, exclamó Sofía con urgencia. “El señor Valdomero me ha pedido encontrarnos en el viejo molino mañana. Quiere mostrarme algo, pero me pidió que no le dijera a nadie”.

Anacleta frunció el ceño, sus gafas bajando por la nariz mientras su mirada se endurecía. “¿El viejo molino, dices? Y quiere que sea un secreto, ¿eh? Vaya, vaya, ese Cesario nunca cambia. Pero no te preocupes, niña, iré contigo. Veremos qué trama ese viejo zorro”.

Al día siguiente, Sofía y Anacleta se dirigieron al molino. Cesario ya estaba allí, vestido de manera extravagante con un traje colorido, claramente emocionado por su “cita”. Sin embargo, su sonrisa se desvaneció cuando vio a Anacleta aparecer detrás de Sofía.

“¡Anacleta! Esto es… eh… una sorpresa. ¿Cómo estás?”, balbuceó Cesario, tratando de mantener la compostura.

“Estoy muy bien, Valdomero, especialmente ahora que puedo ver con mis propios ojos lo que estás intentando hacer. ¿Enseñando mariposas a la niña, eh? Creo que es hora de que el pueblo vea tu verdadera ‘colección'”, dijo Anacleta con sarcasmo, mientras agarraba del brazo a Cesario.

Humillado pero sabiendo que había sido atrapado, Cesario solo pudo asentir. Anacleta, con la ayuda de Sofía, organizó una pequeña exposición en la plaza del pueblo ese mismo día. Colgaron las mariposas de papel que Cesario había coleccionado y, frente a todos, Anacleta explicó cómo incluso a su edad, algunas personas necesitan aprender a respetar a los demás.

Cesario, rojo como un tomate, pidió disculpas públicamente. A partir de ese día, prometió comportarse, y bajo la supervisión estricta de Anacleta, comenzó a dedicar su tiempo a enseñar a los niños del pueblo sobre la naturaleza de manera apropiada.

La astucia de Sofía se convirtió en una leyenda en Las Margaritas, y todos aprendieron una valiosa lección: nunca subestimes el poder de una niña inteligente y una mujer determinada. Y así, entre risas y aprendizajes, la vida en el pueblo siguió siendo tan colorida y vibrante como siempre.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario