Lucas era un niño de seis años con una imaginación desbordante. Una mañana, mientras desayunaba, decidió que llevaría a la escuela a su mascota llamada Wally. Pero había un detalle particular: ¡Wally era invisible!
Al llegar a la escuela, Lucas caminó con orgullo mostrando a Wally. Sin embargo, sus compañeros no podían verlo. «¡Mira, aquí está Wally!», decía Lucas señalando al aire. Pero para todos los demás, solo había vacío.
Sus amigos rieron. «¡Lucas tiene una mascota imaginaria!», gritó uno. «¿Por qué no nos muestra algún truco que Wally pueda hacer?», desafiaron otros.
Lucas pensó por un momento. Quería demostrarles que Wally era real. Así que, con una gran sonrisa, dijo: «¡Wally puede hacer que mi mochila flote!».
Todos miraron con expectación. Lucas se concentró, movió las manos como si dirigiera una orquesta y, para sorpresa de todos, ¡su mochila comenzó a levitar! En realidad, Lucas había atado su mochila con hilos casi invisibles, pero sus amigos quedaron boquiabiertos.
Impresionados, los niños le pidieron más trucos. «Wally puede hacer que mi merienda desaparezca», exclamó Lucas. Cerró los ojos, pronunció palabras mágicas inventadas y, cuando los abrió, la merienda había «desaparecido». En realidad, Lucas había escondido rápidamente la merienda en su bolsillo cuando nadie miraba.
A medida que el día avanzaba, Lucas ideó más trucos y bromas, haciendo creer a sus amigos que Wally estaba haciendo todo tipo de cosas increíbles, desde atar los cordones de los zapatos de los demás sin que se dieran cuenta hasta hacer aparecer dibujos en la pizarra.
Al final del día, todos estaban convencidos de que Wally, la mascota invisible de Lucas, era real. Aunque algunos todavía tenían sus dudas, no podían negar que habían presenciado cosas sorprendentes.
Conclusión:
El maestro, al ver la situación, decidió hablar con todos los niños sobre la importancia de la imaginación y cómo cada persona es única en su manera de ver el mundo.
Gracias a Lucas y a Wally, los niños aprendieron que está bien ser diferentes y que la imaginación es una herramienta poderosa que nos permite crear, soñar y reír.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.