Cuentos para Colorear de Animales

La Cigarra, el Gusano y el Pájaro

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

Puntuación:

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En un bosque lleno de árboles altos y flores coloridas, vivían muchos animales diferentes. Entre ellos, había un pequeño gusano llamado Gus, una cigarra llamada Cici y un pájaro llamado Pico. Cada uno tenía su propia manera de vivir y sus propias aventuras, pero nunca se habían encontrado hasta un día especial que cambiaría sus vidas para siempre.

Gus era un gusano feliz que pasaba sus días deslizándose entre las hojas y comiendo las más tiernas que encontraba. Le gustaba disfrutar del sol y la tranquilidad del bosque. Cici, la cigarra, era su mejor amiga. Ella siempre cantaba hermosas melodías que alegraban el corazón de Gus. Su canto resonaba por todo el bosque y hacía que todos los animales se sintieran en paz.

Un día, mientras Gus se deslizaba por una hoja grande, no se dio cuenta de que Pico, el pájaro, lo estaba observando desde una rama alta. Pico era un pájaro curioso y siempre estaba buscando algo nuevo para comer. Cuando vio a Gus, pensó que sería un delicioso almuerzo. Sin pensarlo dos veces, Pico se lanzó en picada hacia Gus con su pico afilado listo para atraparlo.

Gus, al ver la sombra del pájaro acercarse rápidamente, se quedó paralizado de miedo. Pero justo en ese momento, Cici, que estaba cerca, comenzó a cantar una melodía muy fuerte y rápida, tratando de distraer a Pico.

—¡Pico, no! —gritó Cici desde su rama—. ¡Gus es mi amigo! ¡No te lo comas!

Pico se detuvo en el aire, sorprendido por el canto de Cici. Se posó en una rama cercana y miró a la cigarra con curiosidad.

—¿Por qué debería escuchar a una cigarra? —preguntó Pico—. Tengo hambre y ese gusano parece un buen almuerzo.

Cici, sin dejar de cantar, se acercó a Pico y le explicó.

—Gus no es solo un gusano cualquiera, es mi amigo. Todos en el bosque somos amigos y debemos cuidarnos unos a otros.

Pico, que nunca había pensado en ello de esa manera, se quedó pensativo. Observó a Gus, que seguía temblando de miedo, y luego miró a Cici, que cantaba con tanta pasión y sinceridad. Poco a poco, Pico comenzó a entender lo que Cici quería decir.

—Nunca había pensado en los gusanos como amigos —dijo Pico finalmente—. Siempre los he visto como comida.

—Hay mucho más que solo comida en este bosque, Pico —respondió Cici—. Podemos ser amigos y ayudarnos mutuamente. Si dejas a Gus en paz, te prometo que te mostraré los mejores lugares para encontrar frutas y semillas. Hay más que suficiente para todos.

Pico se rascó la cabeza con su ala, considerando la oferta. Finalmente, decidió darle una oportunidad a esta nueva idea de amistad.

—De acuerdo, Cici —dijo Pico—. No me comeré a Gus. Veamos esos lugares de los que hablas.

Cici sonrió y dejó de cantar. Gus, aliviado, se deslizó lentamente hasta donde estaban Cici y Pico. Los tres comenzaron a caminar juntos por el bosque. Cici llevó a Pico a los mejores árboles frutales y a las áreas donde las semillas eran abundantes. Pico estaba sorprendido de cuánta comida había y se sintió agradecido por no haber comido a Gus.

Con el tiempo, Gus, Cici y Pico se hicieron inseparables. Pasaban sus días explorando el bosque, jugando y cuidándose mutuamente. Gus mostraba a sus amigos los mejores lugares para descansar y esconderse, Cici seguía cantando sus melodías que hacían felices a todos, y Pico ayudaba a sus amigos a encontrar comida desde las alturas.

Un día, mientras exploraban una parte del bosque que nunca habían visitado antes, encontraron a un grupo de animales que estaban en problemas. Un gran árbol había caído, bloqueando el camino hacia el río donde muchos animales bebían agua. Sin el acceso al río, todos estaban muy preocupados y no sabían qué hacer.

Cici, Gus y Pico sabían que tenían que ayudar. Cici comenzó a cantar una canción para calmar a los animales y darles esperanza. Gus, siendo pequeño y ágil, se deslizó por debajo del árbol caído para encontrar una manera de liberar el camino. Pico voló alto para ver si podía encontrar ayuda adicional.

Gus encontró un pequeño agujero por donde los animales más pequeños podían pasar, pero el árbol seguía bloqueando a los más grandes. Mientras tanto, Pico encontró a un grupo de pájaros fuertes que estaban dispuestos a ayudar. Todos juntos comenzaron a trabajar, empujando y moviendo ramas para despejar el camino.

Después de mucho esfuerzo, finalmente lograron abrir un paso lo suficientemente grande para que todos los animales pudieran llegar al río. Los animales del bosque estaban muy agradecidos y celebraron la valentía y la amistad de Gus, Cici y Pico.

Desde ese día, todos los animales del bosque entendieron lo importante que era la amistad y la cooperación. Gus, Cici y Pico demostraron que, a pesar de sus diferencias, podían lograr grandes cosas juntos. El bosque se convirtió en un lugar aún más feliz y armonioso, donde todos trabajaban unidos para cuidar de su hogar.

Y así, el gusano, la cigarra y el pájaro vivieron muchas más aventuras, siempre juntos, siempre amigos, demostrando que la verdadera fuerza está en la amistad y la colaboración.

Fin.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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