Era un día brillante y soleado en el mundo de los monstruos y dragones. El Gran Festival de la Armonía estaba a punto de comenzar en el reino de los monstruos. Cada año, las criaturas mágicas de todos los rincones del mundo se reunían para celebrar juntos con música, danzas y tradiciones. En este festival no importaba de dónde venías ni cómo lucías, lo importante era compartir y aprender unos de otros.
Tohru, una dragona amistosa y mágica, había sido invitada por su amiga Kobayashi a asistir al festival. Tohru, con su gran curiosidad por descubrir cosas nuevas, aceptó encantada. Se puso su vestido rosado favorito, desplegó sus alas verdes y voló hacia el reino de los monstruos, lista para disfrutar de la celebración.
Cuando llegó, el festival ya estaba en pleno apogeo. Había luces de colores colgando por todas partes, criaturas grandes y pequeñas bailando al ritmo de la música, y puestos con deliciosos bocadillos que desprendían aromas dulces y salados. Tohru sonrió al ver tanta alegría y decidió caminar entre la multitud para conocer a otros seres mágicos.
Mientras paseaba, Tohru notó a una criatura majestuosa. Era muy alta, con un cuerpo vibrante lleno de colores que brillaban bajo el sol. Esa criatura era Galvana, una de las más respetadas del reino de los monstruos. Galvana no solo era conocida por su gran presencia, sino también por su bondad y su poder para crear música mágica.
Tohru, emocionada por conocer a alguien tan importante, se acercó con una gran sonrisa.
—¡Hola! —dijo Tohru, agitando su mano—. ¡Soy Tohru, la dragona! Es un honor estar aquí en el festival.
Galvana sonrió amablemente y se inclinó un poco para hablar con Tohru.
—Es un placer conocerte, Tohru —dijo Galvana con una voz suave pero poderosa—. Este festival es un lugar especial donde todos somos bienvenidos. Me alegra que estés aquí.
Tohru se sintió cálida por la bienvenida de Galvana. Estaban a punto de conversar más cuando, de repente, una pequeña figura apareció corriendo entre las criaturas. Era una niña humana, llamada Josefine, con su cabello corto y un vestido blanco. Estaba un poco nerviosa porque era su primera vez en el festival, y con tantas criaturas grandes alrededor, se sentía pequeña y tímida.
Tohru, al ver a Josefine, se agachó para estar a su altura.
—Hola, pequeña —dijo Tohru con una voz amable—. ¿Cómo te llamas?
Josefine miró a Tohru con ojos grandes y sorprendidos, pero al ver la sonrisa cálida de la dragona, se relajó un poco.
—Me llamo Josefine —respondió tímidamente—. Vine al festival, pero… es tan grande, y hay tantas criaturas.
Tohru entendió cómo se sentía Josefine. Aunque era un festival hermoso, para una niña pequeña podía ser un poco abrumador.
—No te preocupes, Josefine —dijo Tohru—. Estamos aquí para divertirnos y conocernos. Ven con nosotras, Galvana y yo te mostraremos lo increíble que es este festival.
Josefine sonrió un poco más confiada y se acercó a Tohru y Galvana. Juntas comenzaron a caminar por el festival, viendo las diferentes actividades. Había monstruos tocando instrumentos hechos de ramas, otros bailando con movimientos graciosos, y dragones lanzando pequeñas llamaradas de colores al cielo. Cada rincón del festival tenía algo mágico por descubrir.
—Este festival es para que aprendamos a vivir en armonía, Josefine —explicó Galvana mientras caminaban—. Todos somos diferentes, pero cuando nos unimos, creamos algo hermoso. La música, los bailes, todo esto sucede cuando compartimos nuestras diferencias y aprendemos a respetarlas.
Josefine miraba maravillada todo lo que veía. Poco a poco, su nerviosismo desaparecía. Se dio cuenta de que, aunque había criaturas grandes y distintas, todas eran amables y estaban felices de estar juntas.
—¡Miren! —exclamó Tohru de repente—. ¡Es el gran escenario de música!
Frente a ellas había un enorme escenario lleno de luces y decoraciones. En el centro, varios monstruos se preparaban para tocar canciones que unían a todos en el festival. Tohru, Galvana y Josefine encontraron un buen lugar para sentarse y disfrutar del espectáculo.
La música comenzó, y cada nota era más mágica que la anterior. Los monstruos tocaban instrumentos que parecían sacados de cuentos de hadas, y el sonido llenaba el aire con alegría. Josefine, sentada entre Tohru y Galvana, aplaudía con entusiasmo. Nunca había escuchado algo tan hermoso.
—Es increíble cómo la música nos une a todos —dijo Tohru, emocionada—. No importa quiénes seamos ni de dónde vengamos, siempre podemos encontrar algo en común.
Josefine asintió, comprendiendo lo que Tohru decía. El festival no solo era una celebración de la diversidad, sino también una muestra de cómo todos, sin importar su tamaño o apariencia, podían unirse y disfrutar juntos.
Después del espectáculo, Galvana se levantó y sonrió a sus nuevas amigas.
—Este festival es un recordatorio de que la armonía se crea con respeto, comprensión y amistad. Tohru, Josefine, me alegra haber compartido este momento con ustedes.
—¡A mí también! —dijo Josefine, que ahora estaba completamente tranquila y feliz.
Tohru abrazó a Josefine con sus grandes alas y luego le sonrió a Galvana.
—Gracias, Galvana. Este festival me ha enseñado que la verdadera magia está en la forma en que nos tratamos unos a otros.
Las tres amigas se quedaron juntas hasta que el sol comenzó a ponerse. Habían disfrutado de un día lleno de risas, música y nuevas amistades. Josefine, que al principio estaba nerviosa, se fue a casa con el corazón lleno de alegría, sabiendo que siempre tendría amigas en el reino de los monstruos y dragones.
Y así, el Festival de la Armonía terminó, pero su mensaje quedó grabado en el corazón de todos los que asistieron: cuando nos unimos y respetamos nuestras diferencias, podemos crear algo verdaderamente mágico.
Fin.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.