En el famoso estadio Santiago Bernabéu, hogar del Real Madrid, existía un punto de penalti muy especial y travieso. Este punto de penalti, llamado Punto De Penalti, no era como cualquier otro. Tenía la habilidad de moverse y actuar por su cuenta. Aunque a veces podía ser muy gracioso, otras veces causaba problemas, especialmente cuando se trataba de partidos importantes.
Un día, se acercaba un gran partido entre el Real Madrid y el Barcelona. Los jugadores del Real Madrid estaban entrenando en el campo cuando notaron algo extraño. El Punto De Penalti se había vuelto más travieso de lo habitual. En lugar de quedarse quieto, como debía, empezó a moverse y a molestar al portero del Barcelona que estaba practicando sus paradas.
Rodrigo, un joven aficionado del Real Madrid con el pelo oscuro y vestido con su camiseta del equipo, estaba viendo el entrenamiento desde las gradas. Notó que el Punto De Penalti estaba causando muchos problemas y decidió acercarse para hablar con él.
—¡Punto De Penalti! —llamó Rodrigo—. ¿Por qué estás molestando al portero del Barcelona? Esto no está bien.
El Punto De Penalti, brillando con una luz mágica, se detuvo un momento y miró a Rodrigo.
—¡Es divertido! —respondió el Punto De Penalti con una voz traviesa—. ¡Mira cómo se enfadan!
Rodrigo frunció el ceño y se arrodilló para estar más cerca del Punto De Penalti.
—No es justo ni amable hacer eso —dijo Rodrigo con seriedad—. Todos debemos jugar con respeto y deportividad, incluso tú.
Pero el Punto De Penalti no quiso escuchar. Se movió bruscamente y le dio una pequeña patada a Rodrigo, haciendo que el chico se tambaleara hacia atrás.
Vinicius, uno de los jugadores estrella del Real Madrid, estaba cerca y vio lo que sucedió. Con su cabello rizado y una sonrisa amable, Vinicius se acercó a ayudar a Rodrigo a levantarse.
—¿Estás bien? —preguntó Vinicius, preocupado.
Rodrigo asintió, aunque aún estaba sorprendido por la acción del Punto De Penalti.
—Ese punto de penalti necesita aprender una lección —dijo Vinicius con determinación.
Vinicius se acercó al Punto De Penalti y, con un movimiento rápido, le dio una fuerte patada, enviándolo directamente contra el larguero de la portería. El Punto De Penalti rebotó y quedó quieto, como si estuviera reflexionando sobre lo que había hecho.
Rodrigo y Vinicius se miraron y sonrieron. El joven aficionado sabía que a veces, incluso los puntos de penalti traviesos necesitaban un poco de disciplina para entender la importancia de jugar limpio.
Más tarde, Vinicius se acercó a los jugadores del Barcelona, que estaban aún sorprendidos por lo que había sucedido.
—Lo siento por lo que pasó con nuestro Punto De Penalti —dijo Vinicius, sinceramente—. No fue correcto y nos aseguraremos de que no vuelva a suceder.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.