Había una vez un pequeño ratoncito llamado Ratón, una cucarachita llamada Cucarachita, y una hormiguita llamada Hormiguita. Vivían en un rincón tranquilo del jardín, donde compartían risas y secretos. Eran los mejores amigos que alguien podría tener.
Un día soleado, mientras jugaban cerca de un viejo rosal, apareció un gato malvado. Su pelaje negro y sus ojos amarillos brillaban con malicia. El gato tenía un solo objetivo: atrapar a los tres amigos y hacerles la vida imposible.
Ratón, Cucarachita y Hormiguita se escondieron detrás de una hoja grande. El gato olisqueó el aire y se acercó lentamente. Parecía que su plan estaba funcionando. Pero entonces, algo inesperado sucedió.
El gato se tropezó con una piedra y cayó al suelo. Ratón no pudo evitar reírse. El gato se levantó, furioso, y los miró con ojos amenazantes. Pero en lugar de atacar, dijo: “¿Por qué se ríen de mí? ¿No saben que soy el gato más temido del jardín?”
Cucarachita se atrevió a hablar. “No queremos reírnos de ti, pero no podemos evitarlo. Eres un gato malvado, y nosotros somos solo unos pequeños amigos”.
El gato se quedó pensativo. “Tal vez tenga fama de malvado, pero eso no significa que no pueda cambiar. ¿Qué les parece si dejamos de pelear y nos convertimos en amigos?”
Hormiguita y Ratón se miraron sorprendidos. ¿Un gato malvado quería ser su amigo? Pero después de pensarlo un poco, aceptaron. Después de todo, todos merecen una segunda oportunidad.
Así comenzó una extraña amistad. El gato malvado, cuyo nombre resultó ser Gato, se unió al grupo. Juntos, exploraron el jardín, compartieron historias y aprendieron a confiar el uno en el otro.
Gato dejó de cazar a los pequeños animales y, en cambio, los protegió de otros gatos. Ratón, Cucarachita y Hormiguita le enseñaron sobre la amistad y la importancia de cuidar a los demás.
Con el tiempo, el jardín se llenó de risas y alegría. Los cuatro amigos se volvieron inseparables. Y así, la aventura de la amistad inesperada se convirtió en una historia que se contaba a los más pequeños del jardín.
Y así, queridos niños, recuerden que la amistad puede surgir en los lugares más inesperados. No juzguen a alguien por su apariencia o su reputación. Todos merecen una oportunidad para cambiar y ser mejores.
Fin.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.