Cuentos de Amor

Martina y Sofía, las Hermanas del Corazón

Lectura para 4 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

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Había una vez en un pequeño y colorido pueblo, dos hermanas llamadas Martina y Sofía. Aunque no eran gemelas, se parecían mucho con sus risas contagiosas y ojos brillantes llenos de curiosidad. Vivían en una acogedora casita al borde del pueblo, rodeadas de flores y árboles frutales.

Martina, la mayor, era conocida por su gran imaginación. Le encantaba inventar historias y dibujar en su gran cuaderno de bocetos. Sofía, la menor, amaba la música. Siempre estaba cantando y tocando su pequeña flauta, creando melodías que parecían danzar en el aire.

Aunque tenían intereses diferentes, compartían un vínculo muy especial, lleno de amor y comprensión. Juntas, transformaban cada día en una aventura, explorando los bosques cercanos, ayudando en los jardines del pueblo, y aprendiendo de cada persona y cada cosa que veían.

Un día, mientras jugaban en el bosque, encontraron un pequeño pajarito que había caído de su nido. Estaba asustado y solo, y las hermanas, movidas por su corazón bondadoso, decidieron cuidarlo. Construyeron una pequeña caja acogedora con hojas y ramitas y le dieron agua y alimento.

Cada día, Martina y Sofía visitaban al pajarito, al que llamaron «Pío», y veían cómo se hacía más fuerte. Martina dibujaba hermosas imágenes de Pío en su cuaderno, mientras Sofía le tocaba suaves melodías, que parecían llenar de alegría al pequeño pájaro.

Pero un día, notaron que Pío miraba hacia el cielo con anhelo. Las hermanas entendieron que Pío extrañaba volar y estar con otros pájaros. Aunque les entristecía la idea de despedirse, sabían que lo mejor para Pío era dejarlo libre.

Así, un soleado y hermoso día, con lágrimas en los ojos, pero sonrisas en sus rostros, Martina y Sofía abrieron la caja para que Pío pudiera irse. Para su sorpresa, Pío no voló de inmediato. Primero, saltó a los hombros de Martina y luego al de Sofía, como agradeciéndoles por todo el cuidado y amor que le habían dado.

Finalmente, con un alegre trino, Pío alzó el vuelo, uniéndose a otros pájaros en el cielo. Las hermanas se abrazaron, felices de haber ayudado a su pequeño amigo, y sabiendo que siempre estarían juntas, sin importar qué.

Desde ese día, el amor entre Martina y Sofía se hizo aún más fuerte. Aprendieron que el amor verdadero significa a veces dejar ir, y que cuidar y proteger a alguien puede traer la mayor de las alegrías.

Martina y Sofía continuaron sus aventuras, siempre juntas, siempre compartiendo su amor. En cada rincón del pueblo, en cada flor del jardín, en cada melodía de la flauta y en cada dibujo del cuaderno, dejaban una pequeña parte de su corazón.

Fin

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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