Dylan, Mauro y Mario eran tres grandes amigos de 9 años a los que les encantaba pasar el tiempo juntos. No importaba si estaban en el parque, en sus casas o conectados a Internet, siempre encontraban algo emocionante que hacer. Sin embargo, si había algo que realmente los unía, era su pasión por los videojuegos, especialmente por un juego en particular: Roblox.
En Roblox, su juego favorito era uno llamado «Campos de Batalla Más Fuertes», un mundo lleno de acción, donde los jugadores creaban personajes que luchaban entre sí, mejorando sus habilidades, consiguiendo armas poderosas y construyendo fortalezas. El trío pasaba horas y horas perfeccionando sus estrategias, subiendo de nivel y enfrentándose a otros jugadores. Siempre se apoyaban mutuamente y, aunque a veces perdían, nunca se rendían.
Pero todo cambió un día cuando apareció un jugador conocido como Terminator.
Terminator era una leyenda dentro del juego. Todos hablaban de él. Decían que era el jugador más fuerte, el que siempre ganaba y nunca fallaba en sus ataques. Para Dylan, Mauro y Mario, enfrentarse a Terminator sería un sueño… o más bien una pesadilla.
Una tarde, mientras jugaban como siempre, de repente, vieron el nombre de Terminator aparecer en la lista de jugadores conectados. Los tres amigos se miraron entre sí, con nervios y emoción.
—¡Es Terminator! —gritó Dylan, con los ojos abiertos de par en par.
—No puede ser, ¿vamos a enfrentarnos a él? —preguntó Mauro, ajustando sus gafas.
Mario, que siempre llevaba su gorra de béisbol puesta hacia atrás, sonrió con confianza.
—Chicos, es nuestra oportunidad. ¡Vamos a derrotarlo!
Con los corazones latiendo rápido, se lanzaron a la batalla. Dylan, Mauro y Mario unieron fuerzas, coordinando sus ataques y usando sus mejores habilidades. Sin embargo, Terminator era imparable. En cuestión de minutos, los derrotó uno por uno. Era como si supiera cada movimiento que iban a hacer, como si pudiera anticipar sus estrategias. Después de un par de rondas más, los tres amigos estaban completamente vencidos.
—No puede ser… —dijo Mauro, desanimado—. Es demasiado fuerte.
—Nos ha dado una paliza —agregó Dylan, bajando la cabeza.
Pero Mario, aunque también estaba frustrado, no se dejó abatir.
—No podemos rendirnos. Esto no termina aquí. ¡Nos vengaremos!
El Plan para la Venganza
Después de su humillante derrota, los tres amigos se reunieron en la casa de Dylan. Estaban decididos a idear un plan para derrotar a Terminator. No querían volver a ser vencidos tan fácilmente.
—Lo primero que necesitamos es mejorar nuestras habilidades —dijo Mario, mirando su consola de juego como si fuera un reto.
—Y estudiar cada uno de sus movimientos. Si sabemos cómo juega, podremos anticiparnos —agregó Mauro, mientras anotaba ideas en su cuaderno.
Dylan, siempre el más callado del grupo pero también muy inteligente, propuso algo clave:
—Tenemos que practicar más, pero no solos. Necesitamos aprender de los mejores. Debemos buscar otros jugadores que también hayan enfrentado a Terminator. Ellos podrían ayudarnos.
Con ese plan en mente, se pusieron manos a la obra. Comenzaron a ver videos de los jugadores más hábiles de Roblox, estudiaron estrategias avanzadas y aprendieron trucos que nunca antes habían considerado. Pasaron semanas practicando, cada vez mejorando un poco más. Pero aún así, sabían que necesitarían más que solo habilidad. También necesitaban un equipo perfecto.
El Entrenamiento del Equipo
Durante los días siguientes, Dylan, Mauro y Mario trabajaron como un verdadero equipo. Aprendieron a coordinarse mejor, creando tácticas que nunca antes habían probado. Mauro, que siempre había sido el estratega, ideó un plan para atrapar a Terminator en una trampa durante la batalla.
—Lo atacaremos desde tres direcciones diferentes —explicó Mauro, mientras dibujaba en su cuaderno—. Si uno de nosotros distrae a Terminator, los otros dos podrán atacarlo por sorpresa.
—¡Me gusta esa idea! —exclamó Mario—. Será una emboscada perfecta.
Dylan asintió, pero sabía que necesitaban más que solo una buena estrategia. También debían ser rápidos y ágiles. Así que se dedicó a mejorar su velocidad de reacción y sus reflejos en el juego. Practicaba sin descanso, hasta que podía esquivar los ataques más veloces y moverse con precisión.
Cada tarde, después de la escuela, se reunían a practicar. Sabían que la revancha estaba cerca, pero esta vez estaban más preparados que nunca.
El Encuentro Final con Terminator
Finalmente, llegó el día que habían estado esperando. Después de semanas de entrenamiento, vieron el nombre de Terminator aparecer de nuevo en el juego. Esta vez, en lugar de nervios, sentían una emoción contenida. Sabían que esta era su oportunidad de demostrar lo que habían aprendido.
—¿Listos? —preguntó Mario, con una sonrisa de confianza.
—Más que listos —respondió Mauro.
—Es hora de la revancha —dijo Dylan, decidido.
La batalla comenzó, y como siempre, Terminator atacó primero. Sus movimientos eran rápidos y precisos, pero esta vez, los tres amigos estaban preparados. Mauro ejecutó su plan a la perfección, distrayendo a Terminator mientras Dylan y Mario se movían por los flancos.
—¡Ahora! —gritó Mauro.
Dylan y Mario lanzaron sus ataques al mismo tiempo. Terminator logró esquivar uno de ellos, pero no pudo evitar el otro. Fue la primera vez que lograron golpearlo.
—¡Lo hicimos! —gritó Mario, emocionado.
Pero la batalla estaba lejos de terminar. Terminator, enfadado, contraatacó con más fuerza. Los tres amigos apenas lograban mantenerse en pie, pero no se dieron por vencidos. Cada vez que Terminator les lanzaba un ataque, respondían con una defensa mejorada o un contraataque inesperado. Era como si todo el esfuerzo y entrenamiento de las últimas semanas estuviera dando sus frutos.
La batalla se prolongó por lo que parecieron horas, pero los tres amigos se mantuvieron unidos, luchando codo a codo. Al final, lograron acorralar a Terminator. Mario lanzó el último ataque, que impactó de lleno en su personaje.
Un silencio se hizo en el juego. Terminator había caído.
—No lo puedo creer… —dijo Mauro, con los ojos abiertos de par en par.
—¡Lo hicimos! —gritó Dylan, levantando los brazos en señal de victoria.
—¡Hemos derrotado a Terminator! —exclamó Mario, saltando de alegría.
Los tres amigos se abrazaron, llenos de emoción. Habían logrado lo que parecía imposible. Habían vencido al mejor jugador de Roblox, pero más importante aún, lo habían hecho juntos, como un verdadero equipo.
Una Nueva Lección
Después de la victoria, Dylan, Mauro y Mario recibieron un mensaje en el juego. Era de Terminator. Pensaban que estaría enfadado por haber perdido, pero el mensaje decía algo que los sorprendió.
«¡Bien hecho, chicos! Me han dado la mejor batalla que he tenido en mucho tiempo. Recuerden, el verdadero valor de este juego no es solo ganar, sino aprender y divertirse con tus amigos. ¡Sigan mejorando y nos veremos en otra batalla!»
Los tres amigos se miraron, sonriendo. Habían aprendido una valiosa lección. No se trataba solo de ganar, sino de todo lo que habían aprendido juntos y del esfuerzo que pusieron para mejorar. Y aunque derrotar a Terminator había sido increíble, lo que más les importaba era haber compartido esa aventura con sus mejores amigos.
Desde ese día, siguieron jugando y mejorando, pero siempre recordaron que lo más importante era disfrutar el tiempo que pasaban juntos. Cada tarde, después de la escuela, Dylan, Mauro y Mario se conectaban para seguir sus aventuras en Roblox. A veces ganaban, a veces perdían, pero siempre había risas y bromas entre ellos. Su victoria contra Terminator había fortalecido su amistad, y el juego se había convertido en algo más que una competencia: era un espacio donde podían ser ellos mismos y compartir sus días.
Un día, mientras se preparaban para otra sesión de juego, Dylan tuvo una idea.
—Oigan, chicos, ¿qué les parece si no solo jugamos? —dijo mientras configuraba su computadora—. He estado pensando en crear nuestro propio mapa en Roblox.
Mauro, siempre curioso, ajustó sus gafas y preguntó:
—¿Crear un mapa? ¿Cómo haríamos eso?
Dylan, emocionado, les explicó que Roblox permitía a los jugadores crear sus propios mundos y diseñar batallas, desafíos y escenarios para que otros también pudieran jugarlos.
—Sería genial hacer algo completamente nuestro —continuó Dylan—. Un lugar donde podamos poner nuestras ideas, nuestros personajes y nuestras reglas. Además, podríamos invitar a otros a jugar con nosotros.
Mario, que estaba sentado en su cama con la gorra puesta al revés, sonrió de inmediato.
—¡Eso suena increíble! ¡Podríamos crear el mapa más épico de todos los tiempos!
Los tres amigos se emocionaron con la idea de no solo ser jugadores, sino también creadores. Esa tarde, en lugar de jugar en los mapas que ya conocían, se dedicaron a planificar su propio mundo. Dylan se encargó de los detalles técnicos, Mauro, con su mente estratégica, ideaba los desafíos y trampas que los jugadores tendrían que superar, mientras que Mario diseñaba los personajes y las armas que estarían disponibles.
El Nacimiento de su Propio Mundo
Durante las siguientes semanas, los tres amigos trabajaron juntos para crear su propio mapa en Roblox, al que llamaron «La Fortaleza de los Tres Guerreros». El mapa era una mezcla de todos los elementos que más les gustaban: fortalezas medievales, campos de batalla futuristas y criaturas fantásticas. Había niveles difíciles, pero también áreas para explorar y disfrutar del entorno. Cada rincón del mapa reflejaba las ideas de los tres amigos.
Al principio, lo jugaban solo ellos, ajustando los detalles, corrigiendo errores y añadiendo nuevas sorpresas. Pero un día decidieron abrir el mapa al público para que otros jugadores pudieran disfrutarlo también. Cuando lo publicaron, no sabían qué esperar. Tal vez nadie lo jugaría, o tal vez algunos lo encontrarían demasiado difícil.
Para su sorpresa, el mapa comenzó a ganar popularidad. Otros jugadores comentaban lo divertido y creativo que era, y pronto la Fortaleza de los Tres Guerreros se convirtió en uno de los mapas más jugados de la semana.
—¡Miren esto! —dijo Mauro, señalando la pantalla con asombro—. ¡Hay un montón de gente jugando en nuestro mapa!
Mario no podía contener la emoción.
—¡Somos creadores famosos! ¡Nos están jugando en todo Roblox!
Dylan, aunque también estaba emocionado, mantenía una sonrisa tranquila.
—Esto es solo el principio —dijo—. Podemos seguir mejorando el mapa, añadir más niveles, nuevos retos… ¡el cielo es el límite!
Un Nuevo Reto Aparece
Con su mapa ganando popularidad, los tres amigos se dieron cuenta de que ahora eran ellos los «jugadores a vencer». Cada vez más jugadores expertos entraban a su mapa tratando de superar los desafíos que habían diseñado. Un día, mientras observaban a los jugadores competir en la Fortaleza de los Tres Guerreros, apareció un nombre en la lista que les resultaba familiar: Terminator.
—¡Es Terminator! —exclamó Mario, ajustando su gorra.
—Parece que ha venido a jugar en nuestro mapa —dijo Mauro, entre asombrado y nervioso.
Dylan sonrió.
—Es una buena oportunidad para ver si nuestro mapa es tan desafiante como creemos.
La batalla comenzó, y Terminator, como siempre, avanzaba con rapidez y precisión. Aunque los desafíos del mapa eran difíciles, Terminator demostraba por qué seguía siendo uno de los mejores jugadores de Roblox. Pero esta vez, algo era diferente. Aunque Terminator superaba los niveles con habilidad, se detenía a admirar el diseño, los personajes y las trampas que habían creado Dylan, Mauro y Mario.
Finalmente, después de una larga sesión, Terminator envió un mensaje directo a los tres amigos.
«Han hecho un trabajo increíble con este mapa. Es uno de los más entretenidos que he jugado en mucho tiempo. Los felicito por su creatividad. Me encantaría colaborar con ustedes en un proyecto.»
Los tres amigos leyeron el mensaje con los ojos abiertos de par en par.
—¿Terminator quiere trabajar con nosotros? —preguntó Mauro, como si no pudiera creerlo.
—¡Es increíble! —exclamó Mario—. ¡Imaginen lo que podríamos hacer juntos!
Dylan, más tranquilo, asintió.
—Es una gran oportunidad. Pero antes de aceptar, quiero que lo pensemos bien. Este es nuestro proyecto, y si vamos a colaborar con alguien más, debe ser porque compartimos las mismas ideas.
El Poder de la Amistad y la Colaboración
Después de hablar entre ellos, decidieron responder a Terminator con una propuesta. Estaban dispuestos a colaborar, pero solo si podían mantener el espíritu de diversión y creatividad que había hecho de la Fortaleza de los Tres Guerreros un éxito. Terminator, que había jugado en tantos mapas y conocía a tantos creadores, aceptó sin dudar.
Así, los tres amigos comenzaron a trabajar junto a Terminator en un nuevo proyecto. Esta vez, el mapa sería aún más grande, más emocionante y lleno de sorpresas. Pero lo que más valoraban Dylan, Mauro y Mario era que, sin importar cuán popular se hiciera su nuevo proyecto, siempre seguirían siendo esos amigos que jugaban juntos por diversión, compartiendo ideas y aprendiendo de cada experiencia.
El éxito de sus mapas no era lo más importante. Lo que realmente los hacía felices era saber que todo lo que lograban lo hacían juntos, apoyándose mutuamente y disfrutando del proceso.
Y así, con cada nuevo reto, con cada nueva creación, los tres amigos seguían demostrando que, cuando trabajas en equipo y disfrutas lo que haces, no hay límites para lo que puedes lograr.
Fin.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.