En un rincón lejano del universo, existían dos planetas muy especiales: Liora y Eliana. Liora era un mundo donde la belleza de la naturaleza y la armonía entre sus habitantes era lo que regía. En Eliana, sin embargo, la paz había sido reemplazada por un reino de oscuridad, donde las leyes de igualdad y justicia no existían, y la violencia contra las mujeres era una plaga que se extendía por todo el planeta. Nadie había logrado encontrar una solución para esa gran injusticia.
Un día, en Liora, una joven llamada Eile, conocida por su valentía y bondad, decidió que ya era suficiente. La violencia en Eliana debía terminar, y ella sería la que llevaría la luz de la justicia a ese planeta oscuro. Eile, que vivía en una pequeña aldea junto a su amigo Edén, un joven valiente y lleno de sabiduría, sabía que no sería una tarea fácil. Sin embargo, ambos compartían una creencia firme en la igualdad y en los derechos de todas las personas.
«Juntos podemos cambiar el curso de la historia», dijo Eile a Edén mientras observaban las estrellas en el cielo de Liora.
«Lo sé, Eile. La justicia está en nuestras manos», respondió Edén, con una sonrisa confiada.
Eile y Edén no estaban solos en su misión. Su amiga Dulce, una experta en las antiguas artes de la magia de Liora, también se unió a ellos. Juntos, formaron un equipo decidido a cambiar el destino de Eliana. Sabían que su viaje sería largo y peligroso, pero su determinación los mantenía unidos. De hecho, su viaje no solo sería una misión de justicia, sino también una lucha por el respeto y la igualdad, para asegurarse de que las mujeres en Eliana pudieran vivir libres de violencia.
El viaje comenzó con una nave espacial diseñada por Dulce, que se alimentaba de la energía pura de las estrellas. Al salir de Liora, la nave surcó los cielos estrellados, y en poco tiempo llegaron a Eliana. Sin embargo, lo que vieron al llegar los sorprendió. En lugar de la paz que habían imaginado, Eliana estaba envuelta en una niebla densa y oscura, con un ambiente sombrío que reflejaba la opresión que sufrían las mujeres del planeta. Las calles estaban vacías y en silencio, y las pocas personas que se veían parecían vivir con miedo y desesperanza.
“Este no es el Eliana que imaginábamos”, dijo Eile, mirando al horizonte sombrío.
“No importa lo que encontremos, debemos continuar”, respondió Edén con firmeza. “El cambio empieza con nosotros.”
Al aterrizar en Eliana, el trío fue recibido por el líder del planeta, un hombre llamado Oren, quien se mostró muy interesado en escuchar su propuesta. Sin embargo, en cuanto Oren supo las intenciones de Eile, Edén y Dulce, su rostro cambió a una expresión de desdén.
“¿Cómo osas venir a Eliana a predicar sobre igualdad y justicia?”, dijo Oren, su voz cargada de ira. “Este es un planeta donde el orden debe ser mantenido a toda costa. No necesitamos que extraños nos digan cómo vivir.”
Eile, sin amedrentarse, dio un paso al frente. “La violencia contra las mujeres en este planeta ha sido tolerada durante demasiado tiempo. No podemos quedarnos callados. Venimos a cambiar eso, y no nos iremos hasta que se haga justicia.”
Oren los miró despectivamente, pero antes de poder decir más, Dulce levantó las manos y una luz brillante salió de ellas, iluminando todo a su alrededor. “No estamos aquí para pelear, Oren. Estamos aquí para sanar y enseñar a tu pueblo que la igualdad no es una amenaza, sino una bendición.”
La magia de Dulce desató una ola de energía que recorrió las calles de Eliana, tocando a cada persona que se encontraba en el camino. Poco a poco, la niebla oscura comenzó a disiparse, y las personas, especialmente las mujeres, comenzaron a salir de sus casas. Ellas, sorprendidas por lo que veían, miraron a Eile, Edén y Dulce con curiosidad, preguntándose si por fin la libertad y el respeto llegaban a su planeta.
Durante los días siguientes, Eile, Edén y Dulce trabajaron junto con las mujeres de Eliana, enseñándoles sobre sus derechos y cómo podían luchar contra la violencia y la opresión. Juntos, comenzaron a organizar reuniones y manifestaciones pacíficas donde hombres y mujeres se unieron para exigir un cambio. Las mujeres de Eliana, inspiradas por las enseñanzas de Eile, comenzaron a levantar sus voces en defensa de sus derechos. No solo luchaban por ellas mismas, sino por todas las generaciones futuras de mujeres.
Oren, viendo la fuerza de la comunidad unida, comenzó a cuestionarse a sí mismo. ¿Por qué había permitido que su planeta estuviera tan dividido? ¿Por qué había aceptado la violencia como algo natural? A medida que veía a los niños y niñas, las mujeres y hombres, luchando por una causa justa, su corazón comenzó a cambiar. En su interior, Oren entendió que la verdadera fuerza de Eliana no estaba en el poder, sino en la unidad y el respeto.
Finalmente, Oren se acercó a Eile y le pidió perdón. “Me he equivocado”, admitió. “He permitido que el miedo y el control prevalecieran en Eliana. Ahora veo que solo el respeto y la igualdad nos llevarán hacia un futuro mejor.”
Con la ayuda de Eile, Edén, Dulce y las mujeres de Eliana, Oren tomó la decisión de cambiar las leyes del planeta. Se abolió la violencia contra las mujeres, y se promovió la igualdad en todos los aspectos de la vida. Las mujeres y hombres de Eliana trabajaron juntos para reconstruir un planeta más justo y lleno de esperanza.
Eile, Edén y Dulce se despidieron de Eliana sabiendo que su misión había sido cumplida. Aunque sabían que aún quedaba mucho trabajo por hacer, sentían que habían dado un gran paso hacia la paz y la igualdad en ese lejano planeta.
“Siempre recordaremos que el cambio empieza con uno, pero se construye con todos”, dijo Eile mientras miraba las estrellas, lista para la próxima aventura que el universo tenía preparado para ellos.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.