Amy Rose era una chica dulce y alegre, siempre dispuesta a ayudar a sus amigos. Sin embargo, su bondad no siempre era apreciada. Sus amigos, Shadow y Sonic, solían despreciarla y no le daban el valor que merecía. Amy, cansada de ser tratada así, empezó a alejarse de ellos, guardando en su corazón un gran rencor. Su dolor y tristeza la llevaron a desaparecer un día, sin dejar rastro.
Mientras deambulaba por los oscuros bosques que rodeaban su pueblo, Amy conoció a Megan, una chica misteriosa con un aire siniestro. Megan parecía entender el dolor de Amy y le ofreció su amistad. Sin embargo, Amy no sabía que Megan tenía sus propias intenciones oscuras.
«Ellos no te merecen, Amy,» dijo Megan un día, mientras caminaban juntas por el bosque. «Mereces algo mejor, y puedo ayudarte a conseguirlo.»
El corazón de Amy, lleno de rencor y tristeza, se aferró a las palabras de Megan. Juntas, comenzaron a planear su venganza contra Shadow y Sonic. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Amy comenzó a notar cosas extrañas. El bosque parecía más oscuro, y ocurrían eventos inexplicables a su alrededor. Megan siempre estaba ahí, susurrando palabras que solo aumentaban el odio de Amy.
Una noche, mientras caminaban bajo la luz de la luna, Amy se dio cuenta de que sentía algo más por Megan. Era una mezcla de admiración y cariño. «Megan, hay algo que quiero decirte,» comenzó Amy, pero Megan la interrumpió.
«Lo sé, Amy. Pero ahora no es el momento. Primero, debemos terminar lo que empezamos.»
El plan de Megan avanzó rápidamente. Shadow y Sonic comenzaron a experimentar extraños sucesos. Sus pesadillas se volvían reales y sentían que alguien los observaba constantemente. Poco a poco, comenzaron a sospechar de la desaparición de Amy.
Una noche, mientras investigaban en el bosque, Shadow y Sonic encontraron a Amy y Megan. Amy, con el corazón dividido entre su rencor y sus sentimientos por Megan, no sabía qué hacer. Shadow dio un paso adelante, con una mezcla de confusión y preocupación en sus ojos.
«Amy, ¿qué está pasando? ¿Por qué estás haciendo esto?» preguntó Sonic, su voz llena de angustia.
Antes de que Amy pudiera responder, Megan intervino. «Amy está aquí porque finalmente ha encontrado a alguien que la valora. Ustedes la despreciaron, y ahora pagarán por ello.»
Las palabras de Megan resonaron en el aire, llenas de veneno. Amy sintió un escalofrío y, por primera vez, dudó de las verdaderas intenciones de Megan. Pero antes de que pudiera reaccionar, el bosque se llenó de una niebla espesa y sombras que parecían cobrar vida.
Megan levantó las manos y un viento helado empezó a soplar. «¡Es hora de que sufran como Amy sufrió!» exclamó, y las sombras se lanzaron hacia Shadow y Sonic.
En medio del caos, Amy sintió una punzada de miedo. «¡No, Megan! Esto no está bien,» gritó, tratando de detenerla.
Pero Megan no la escuchó. Las sombras rodearon a Shadow y Sonic, atrapándolos en un círculo de oscuridad. Amy, impulsada por su instinto de proteger a sus amigos, corrió hacia ellos. Al llegar al círculo, una luz brillante emanó de su corazón, disipando las sombras.
Megan retrocedió, sorprendida por la fuerza de Amy. «¿Qué estás haciendo?» preguntó, su voz llena de ira.
Amy se volvió hacia Megan, sus ojos llenos de determinación. «Esto no es lo que quiero. No quiero más odio ni rencor. Quiero paz.»
La luz de Amy creció, envolviendo a todos en su brillo cálido. Las sombras se desvanecieron y el bosque recuperó su tranquilidad. Shadow y Sonic, liberados de su pesadilla, miraron a Amy con gratitud y arrepentimiento.
«Amy, lo siento mucho,» dijo Shadow, su voz quebrada. «Nunca debimos tratarte así.»
«Perdónanos, por favor,» añadió Sonic, con lágrimas en los ojos.
Amy sonrió, sintiendo que su corazón se aligeraba. «Los perdono,» dijo suavemente. «Pero también debo perdonarme a mí misma.»
Megan, viendo que su plan había fracasado, se enfureció. «No puedes hacer esto, Amy. Necesitas tu rencor para ser fuerte.»
Pero Amy negó con la cabeza. «El verdadero poder viene del amor y el perdón, no del odio.»
Con esas palabras, la figura de Megan comenzó a desvanecerse, consumida por su propia oscuridad. Amy se quedó de pie, rodeada por sus amigos, sintiendo una paz que no había conocido en mucho tiempo.
De regreso al pueblo, Amy, Shadow y Sonic comenzaron a reconstruir su amistad. Aprendieron a valorarse y respetarse mutuamente, y a no dar por sentado el amor y la amistad. Amy también entendió que el amor verdadero no puede basarse en el rencor, y que la verdadera fuerza viene del perdón y la compasión.
Y así, con el tiempo, Amy encontró la felicidad y la paz que tanto anhelaba, rodeada de amigos que la amaban y la valoraban por quien realmente era.
Fin.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.