Había una vez en una pequeña ciudad, un joven llamado Huguito.
Huguito era conocido por su pasión por el deporte y su dedicación al gimnasio. Cada día, después de la escuela, se dirigía al gimnasio local para entrenar, soñando con ser algún día un gran atleta.
Un día, mientras navegaba por las redes sociales, Huguito vio un anuncio de Vita Suplementos, una tienda de nutrición deportiva. Estaban organizando un sorteo para ganar bolsas de proteínas y creatina. Huguito, emocionado, siguió todos los pasos para participar, esperanzado en ganar al menos el tercer premio. Repitió el proceso varias veces, convencido de que la suerte estaría de su lado.
Llegó el día del sorteo, y Huguito estaba pegado a su teléfono esperando el anuncio de los ganadores. Pero, para su decepción, su nombre no estaba en la lista. Huguito se sintió frustrado, pero decidió que no valía la pena enfadarse demasiado por ello.
Esa noche, mientras Huguito intentaba dormir, algo extraño sucedió. Escuchó un ruido sutil que venía de afuera. Curioso, se levantó y miró por la ventana. A lo lejos, vio una sombra oscura moviéndose cerca de Vita Suplementos. Al principio, pensó que era su imaginación, pero la sombra parecía moverse con intención.
Intrigado, Huguito decidió investigar. Se vistió rápidamente y salió sigilosamente de su casa. La ciudad estaba tranquila, y la única fuente de luz era la luna llena. Al acercarse a Vita Suplementos, notó que la puerta estaba entreabierta.
Con cautela, Huguito entró en la tienda. Dentro, todo parecía normal, excepto por un leve zumbido que resonaba en el aire. Siguiendo el sonido, llegó al almacén, donde encontró un extraño artefacto que emitía una luz azulada. Junto a él, había un diario antiguo.
Huguito, movido por la curiosidad, comenzó a leer el diario. Descubrió que pertenecía al fundador de Vita Suplementos, quien había experimentado con suplementos antiguos y místicos. Según el diario, estos suplementos tenían el poder de otorgar habilidades sobrenaturales, pero a un alto costo.
De repente, la sombra que había visto antes apareció en el almacén. Huguito, asustado, pero decidido, enfrentó a la sombra. Para su sorpresa, la sombra habló. Era el espíritu del fundador, atrapado entre el mundo de los vivos y el de los muertos por su ambición desmedida.
El espíritu le contó a Huguito que había estado buscando a alguien que pudiera liberarlo de su maldición. Para hacerlo, Huguito debía devolver el artefacto a su lugar de origen, una antigua tumba en las afueras de la ciudad.
Huguito, aunque asustado, decidió ayudar. Tomó el artefacto y, siguiendo las instrucciones del espíritu, se dirigió a la tumba. El viaje fue largo y peligroso, con obstáculos y enigmas que Huguito tuvo que resolver usando su ingenio y fuerza.
Finalmente, llegó a la tumba y colocó el artefacto en su lugar. Al hacerlo, una luz brillante inundó el lugar, y el espíritu del fundador le agradeció antes de desaparecer en paz.
Huguito regresó a casa justo antes del amanecer, cansado pero satisfecho por haber ayudado. Desde entonces, Vita Suplementos se convirtió en un lugar de buena suerte para él, y aunque nunca ganó el sorteo, aprendió que hay misterios y aventuras que valen mucho más que cualquier premio.
Mientras Huguito caminaba de regreso a casa, pensaba en todo lo que había sucedido. La experiencia había sido increíble y aterradora al mismo tiempo. Nunca imaginó que su pequeña ciudad albergara secretos tan profundos y mágicos. A medida que el sol comenzaba a asomar en el horizonte, Huguito se sintió diferente. No solo había realizado una hazaña extraordinaria, sino que también había crecido internamente. Había aprendido el valor de la valentía y la importancia de enfrentar los miedos.
Al llegar a casa, Huguito se desplomó en su cama, exhausto pero incapaz de dormir. Su mente seguía repasando la aventura de la noche. Sabía que probablemente nadie le creería si contaba lo sucedido, pero eso no importaba. Él sabía la verdad, y eso era suficiente.
En los días siguientes, Huguito notó cambios en sí mismo. Se sentía más seguro y decidido. Su rendimiento en el gimnasio mejoró notablemente, y aunque sabía que no era por los suplementos mágicos, entendía que su aventura nocturna le había dado una nueva perspectiva sobre la vida.
Pero la historia no termina aquí. Un día, mientras Huguito pasaba por Vita Suplementos, notó algo peculiar. La tienda, que había estado cerrada desde aquella noche, mostraba señales de actividad. Había una nueva persona atendiendo el local. Intrigado, Huguito entró.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.