Cuentos de Valores

El Viaje de los Tres Valientes

Lectura para 6 años

Tiempo de lectura: 5 minutos

Español

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En un reino antiguo donde los mapas aún guardaban secretos y las leyendas cobraban vida al caer la noche, vivían tres primos que compartían un lazo inquebrantable y una sed de aventuras. Kian, el más valiente de los caballeros del reino, portaba una armadura brillante y una capa roja que ondeaba al viento. Con su cabello rubio y lacio y sus grandes ojos grises, no había bestia ni desafío que no enfrentara con determinación.

Dante, el joven mago de cabello oscuro y rizos hermosos, vestía una túnica azul que brillaba con destellos de estrellas. Su bastón mágico no solo le permitía conjurar hechizos, sino que también iluminaba el camino con la luz de la esperanza. Siempre al lado de Kian, Dante creía en el poder de la magia para guiar y proteger.

Jakhor, aunque un año menor que sus primos, era el arquero del grupo. Vestido con una túnica verde como los campos de su hogar, su arco, hecho de luz pura, nunca erraba. Jakhor era la calma y la precisión, equilibrando la audacia de Kian y la sabiduría de Dante.

Un día, la abuela de los tres jóvenes, conocida en el reino por sus sabias historias y deliciosas galletas, los invitó a su casa al otro lado del bosque encantado. Les prometió galletas recién horneadas y leche fresca si lograban llegar antes del anochecer. Pero el camino no era simple; debían superar tres pruebas: de valor, confianza y fuerza.

La Primera Prueba: El Valle de las Sombras

La primera prueba los llevó al Valle de las Sombras, donde las formas oscuras susurraban dudas y temores para desviar a los viajeros de su camino. Kian, adelante con su espada en alto, enfrentó las sombras que se arremolinaban. Con cada paso, su armadura repelía las dudas, su valentía un faro en la oscuridad.

Dante, con un hechizo de luz, disipaba las sombras que lograban acercarse demasiado, y Jakhor, desde atrás, aseguraba que nada se aproximara por sorpresa. Juntos, cruzaron el valle, más fuertes con cada paso, hasta que las sombras se disiparon y el camino se aclaró.

La Segunda Prueba: El Puente de la Verdad

El segundo desafío era cruzar el Puente de la Verdad, que solo permitía pasar a aquellos que confiaban plenamente unos en otros. De pie ante el puente, que parecía tan frágil como el hilo de una araña, los primos se tomaron de las manos. Confiando el uno en el otro, avanzaron. El puente, sintiendo la fuerza de su vínculo, se fortaleció bajo sus pies, y lograron cruzarlo sin incidentes.

La Tercera Prueba: La Cueva de la Fuerza

Finalmente, llegaron a la Cueva de la Fuerza, donde un antiguo roble bloqueaba la entrada. Era necesario moverlo para continuar. Kian intentó primero, empujando con toda su fuerza, pero el árbol apenas se movía. Luego, Dante intentó con sus hechizos, pero la magia sola no era suficiente. Jakhor se unió, y juntos, combinando fuerza, magia y precisión, lograron mover el roble, despejando el camino.

Al superar las pruebas, los tres primos continuaron su viaje, llegando a la casa de su abuela justo cuando el sol comenzaba a ocultarse. Abuela los recibió con los brazos abiertos y una bandeja de galletas humeantes. Sentados alrededor de la mesa, compartieron las historias de su aventura, riendo y aprendiendo de cada desafío enfrentado.

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Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

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