Cuentos de Valores

Entendamos Juntos

Lectura para 10 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

“Todos somos diferentes y eso está bien.” Esta frase era algo que Dajhanne siempre escuchaba de su maestra, la señora Laura. Dajhanne era un niño curioso y le gustaba hacer preguntas sobre el mundo que lo rodeaba. Le encantaba aprender cosas nuevas, pero a veces se daba cuenta de que necesitaba más tiempo que otros niños para entender algo. Y eso, al principio, le preocupaba.

Un día, en la clase de la señora Laura, estaban hablando sobre las diferencias que todos tenemos. Ella explicó que, aunque algunas personas pueden aprender rápido, otras necesitan más tiempo y apoyo, y eso no era malo, solo era una manera diferente de aprender.

—Algunas personas —dijo la señora Laura— tienen algo llamado discapacidad intelectual. Esto significa que aprenden más despacio y necesitan más ayuda para entender ciertas cosas. Pero, al igual que todos, pueden aprender y hacer cosas increíbles.

Dajhanne escuchó con atención. —¿Discapacidad intelectual? —preguntó, levantando la mano—. ¿Eso significa que no pueden aprender?

La señora Laura sonrió. —¡No, Dajhanne! Claro que pueden aprender, pero lo hacen a su propio ritmo. A veces necesitan más tiempo, o tal vez un poco más de ayuda. Pero con paciencia, apoyo y esfuerzo, ellos también pueden aprender a hacer muchas cosas.

Eso hizo que Dajhanne pensara. Siempre había creído que, si alguien no entendía algo rápido, no podría aprenderlo. Pero ahora se daba cuenta de que eso no era cierto. Todos somos diferentes, y eso incluía la manera en que aprendemos.

La maestra continuó explicando más sobre la discapacidad intelectual.

—Imagina que todos tenemos un cerebro lleno de engranajes —dijo la señora Laura, dibujando en la pizarra—. Algunos engranajes giran rápido, otros más despacio. Pero lo importante es que, sin importar la velocidad, todos los engranajes ayudan a aprender. Cada persona es única y puede aprender, pero a su propio ritmo.

Dajhanne asintió. Le gustaba la idea de los engranajes. Pensó en su propio cerebro, que a veces necesitaba más tiempo para entender matemáticas, pero que era muy rápido para recordar cosas sobre la naturaleza, los animales y los planetas. Y sabía que no estaba solo, todos sus compañeros también tenían diferentes maneras de aprender.

Después de la clase, la señora Laura invitó a Dajhanne y a algunos otros niños a hacer actividades. Ella les dijo que ayudarían a unos compañeros a aprender algunas cosas nuevas.

—Las personas con discapacidad intelectual —explicó la señora Laura— necesitan más tiempo, apoyo y paciencia para aprender. Y hoy vamos a ayudarlos.

Dajhanne se sentó junto a una niña que estaba aprendiendo a atarse los zapatos. La niña estaba concentrada, pero le costaba mucho trabajo. Dajhanne la miró, recordando que cuando él era pequeño, también le había tomado mucho tiempo aprender a atarse los zapatos. Sonrió y, con paciencia, le mostró cómo hacerlo paso a paso.

—Tómate tu tiempo —dijo Dajhanne—. Yo también necesité mucha práctica.

La niña lo miró y, aunque al principio parecía frustrada, pronto comenzó a sonreír cuando finalmente logró atarse un zapato.

—¡Lo hice! —dijo emocionada.

—¡Sabía que podías! —exclamó Dajhanne, feliz de haberla ayudado.

La señora Laura se acercó y les dio un gran aplauso. —Todos necesitamos ayuda, solo que a veces en cosas diferentes —les dijo—. Con paciencia y apoyo, ¡todos podemos aprender!

Más tarde, la clase se llenó de actividades. Unos niños pintaban, otros construían con bloques, y algunos leían junto a un adulto. Dajhanne se dio cuenta de lo importante que era ayudar a los demás, especialmente a aquellos que necesitaban un poco más de tiempo para aprender. Mientras ayudaba a sus compañeros, se sentía orgulloso, no solo por lo que lograban, sino también por darse cuenta de que, con esfuerzo y ayuda, todos podían hacer cosas increíbles.

Al final del día, cuando se fue a casa, Dajhanne no podía dejar de pensar en lo que había aprendido. Se dio cuenta de que el hecho de que alguien aprendiera de manera diferente no lo hacía menos capaz. Todos tenemos nuestras fortalezas y desafíos, y lo importante es ser pacientes y amables.

Esa noche, cuando Dajhanne se sentó a cenar con su familia, les contó lo que había aprendido en la escuela.

—Hoy ayudé a una amiga a aprender a atarse los zapatos —dijo con orgullo—. Al principio, pensaba que no podía hacerlo, pero con un poco de ayuda y práctica, ¡lo logró!

Su mamá lo miró con una gran sonrisa. —Eso es maravilloso, Dajhanne —dijo—. Todos necesitamos ayuda a veces, ¿verdad?

—Sí —respondió Dajhanne—. Y todos aprendemos de diferentes maneras. Pero lo importante es nunca rendirse, porque con paciencia y apoyo, ¡podemos lograr lo que sea!

Y así, Dajhanne se fue a la cama esa noche, sabiendo que no solo había aprendido algo valioso, sino que también había ayudado a que alguien más lo hiciera. Entendió que la diversidad no solo estaba en cómo nos vemos, sino también en cómo pensamos y aprendemos. Y que cada uno de nosotros tiene un papel importante para apoyar a los demás.

Al final, Dajhanne se dio cuenta de que todos podemos aprender algo nuevo cada día, y que ser diferentes es lo que hace que el mundo sea un lugar más interesante y lleno de oportunidades para aprender juntos.

Fin.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario