Cuentos Clásicos

Daenerys y sus amigos del bosque

Lectura para 4 años

Tiempo de lectura: 2 minutos

Español

Puntuación:

0
(0)
 

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico
0
(0)

Había una vez una niña llamada Daenerys que vivía en una casita cerca de un hermoso bosque. A Daenerys le encantaba pasear por el bosque todos los días, porque siempre había algo nuevo por descubrir. El bosque era un lugar lleno de colores y vida, donde los animales corrían libres y las flores siempre brillaban con tonos maravillosos.

Un día, Daenerys decidió ir más lejos de lo habitual. Mientras caminaba, notó cómo los árboles grandes y altos parecían saludarla con sus ramas. El sol brillaba a través de las hojas, formando pequeños rayos de luz en el suelo.

—¡Qué bonito es el bosque! —dijo Daenerys, con una gran sonrisa en el rostro.

De repente, algo llamó su atención. Un pajarito azul, pequeño y encantador, estaba cantando una melodía dulce desde una rama cercana. Daenerys se acercó con cuidado para no asustarlo.

—Hola, pajarito —dijo suavemente—. ¡Qué hermoso canto tienes!

El pajarito, en lugar de asustarse, saltó a una rama más baja y miró a Daenerys con curiosidad.

—Pío, pío —respondió el pajarito, como si quisiera hablar con ella.

Daenerys estaba tan emocionada. Sabía que, aunque no podía hablar con palabras como las personas, los animales también podían ser amigos y entender su cariño. Con mucho respeto, extendió la mano, pero no demasiado cerca, para no asustarlo.

Después de un rato, Daenerys continuó su paseo y pronto encontró una familia de conejos. Había tres conejitos pequeños saltando entre los arbustos, jugando alegremente. Daenerys se agachó para observarlos más de cerca, manteniendo una distancia segura para no molestarlos.

—Hola, conejitos —susurró Daenerys—. ¿Puedo mirar cómo juegan?

Los conejitos, tan felices en su juego, siguieron corriendo y brincando, pero de vez en cuando miraban a Daenerys, como si quisieran invitarla a ser parte de su diversión. Daenerys se sentía tan contenta de poder compartir ese momento con ellos, aunque no los tocara ni interrumpiera.

Más adelante, Daenerys llegó a un prado lleno de flores de colores. Allí, un grupo de mariposas revoloteaba entre las flores, sus alas brillaban bajo la luz del sol. Daenerys, maravillada por la belleza de las mariposas, se sentó en la hierba y observó cómo se movían de una flor a otra.

—Qué libres son las mariposas —pensó Daenerys—. Ellas vuelan de flor en flor, disfrutando del viento y del sol.

Mientras observaba a las mariposas, Daenerys comprendió algo importante. Cada uno de los animales que había visto ese día, desde el pajarito hasta los conejitos y las mariposas, tenían su propio lugar en el bosque. Todos vivían en paz y armonía, y ella, como visitante, debía respetar su espacio.

Daenerys continuó explorando el bosque ese día, encontrando ardillas, ciervos y hasta un sapo que saltaba por un charco. Siempre mantuvo una distancia respetuosa, sabiendo que los animales eran sus amigos, pero también necesitaban su propio espacio.

Al final del día, cuando el sol comenzó a ponerse, Daenerys sintió una gran felicidad en su corazón. No solo había disfrutado de un día lleno de colores y vida, sino que también había aprendido lo importante que era respetar a los animales y a la naturaleza.

—Hoy he hecho muchos amigos —dijo Daenerys mientras regresaba a casa—. Y aunque no hablen como yo, sé que siempre podremos ser amigos si los respeto y los cuido.

Con esa lección en su corazón, Daenerys prometió que siempre cuidaría de la naturaleza y de los animales, y que cada día seguiría descubriendo las maravillas del bosque, siempre con amor y respeto.

Fin.

image_pdfDescargar Cuentoimage_printImprimir Cuento

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Comparte tu historia personalizada con tu familia o amigos

Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir por correo electrónico

¿Te ha gustado?

¡Haz clic para puntuarlo!

Cuentos cortos que te pueden gustar

autor crea cuentos e1697060767625
logo creacuento negro

Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.

Deja un comentario