Había una vez, tres hermanitas llamadas Nayma, Sofia e Iliana que vivían en una pequeña casa en las afueras de un gran bosque. Las hermanitas tenían un solo deseo, tener una Navidad muy linda y llena de magia.
Nayma, la más grande de las tres, era muy valiente y aventurera. Soñaba con encontrar un árbol de Navidad tan grande y brillante que pudiera verse desde cualquier rincón del bosque. Sofia, la hermana del medio, era una niña muy cariñosa y amante de los animales. Deseaba que todos los animales del bosque tuvieran un sabroso banquete navideño. E Iliana, la menor, era soñadora y llena de imaginación. Lo que más anhelaba era ver nevar, algo que nunca había sucedido en su querido bosque.
Las tres hermanitas decidieron que esta Navidad sería diferente. Juntas, emprendieron un viaje mágico en busca de sus deseos. Nayma, con su brújula en mano, guió a sus hermanas hacia el centro del bosque, donde encontraron un gigantesco pino, perfecto para ser su árbol de Navidad. Sofia, utilizando su afinidad con los animales, los reunió y preparó un espléndido banquete con bayas, nueces y miel que encontraron en el bosque.
Finalmente, la pequeña Iliana pensaba cómo podría hacer para que nevara. Miró al cielo y pidió a la estrella más brillante que su deseo se cumpliera. Mientras sus palabras flotaban en el aire, pequeños copos de nieve empezaron a caer lentamente, cubriendo todo el bosque en un manto blanco y resplandeciente.
Nayma, Sofia e Iliana armaron alrededor del enorme pino un círculo de rocas, donde Sofia colocó el banquete para sus amigos los animales. La nieve caía suavemente, iluminando el lugar con su resplandor. Al ver sus deseos cumplidos, las tres hermanitas abrazadas, sonrieron con curiosidad y alegría.
El eco de sus risas llegó hasta el más recóndito rincón del bosque, haciendo que este se iluminara con miles de luces, como si cada árbol se hubiera convertido en un árbol de Navidad. Los animales se acercaron, disfrutando del festín, bajo la silente y mágica nevada.
Y así, las hermanitas tuvieron la Navidad más linda y mágica que podían haber imaginado. Aprendieron que con valentía, amor y esperanza, cualquier deseo puede hacerse realidad. Desde aquel día, cada Navidad, el bosque revivía aquel milagro, recordándoles a Nayma, Sofia e Iliana, la maravillosa noche en la que unieron sus deseos y llenaron su pequeño rincón del mundo con el verdadero espíritu de la Navidad.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.