En un pequeño pueblo rodeado de colinas y antiguos bosques, se susurraba la leyenda de un bosque embrujado, conocido como el Bosque de las Sombras. Se decía que en lo más profundo del bosque, oculta entre las raíces de un árbol milenario, yacía una gema misteriosa con poderes inimaginables.
Valeria y Axel, dos adolescentes valientes y curiosos del pueblo, decidieron embarcarse en una aventura para encontrar esta gema. Valeria, con su agudo ingenio y amor por los misterios, y Axel, apasionado por las matemáticas y los acertijos, formaban el equipo perfecto.
Una tarde de otoño, con el cielo teñido de tonos anaranjados y rojizos, se adentraron en el bosque. Valeria llevaba una mochila llena de suministros y una linterna, mientras que Axel sostenía firmemente un mapa y una brújula. El bosque, con sus árboles retorcidos y la neblina que lo envolvía, parecía cobrar vida propia.
Conforme avanzaban, el ambiente se tornaba más oscuro y siniestro. Los sonidos del bosque, el crujir de las ramas y el murmullo del viento, creaban una sinfonía escalofriante. De pronto, se toparon con una antigua estructura de piedra, con inscripciones que hablaban de un enigma matemático:
«Para encontrar lo que buscan, deben resolver este acertijo: un rectángulo y un círculo se unen, compartiendo un lado. Si el largo del rectángulo es el triple del radio del círculo, y el área total es de 48π metros cuadrados, ¿cuál es el perímetro total de la figura compuesta?»
Axel, entusiasmado, sacó su cuaderno y comenzó a trabajar en el problema. Calculó que el área del círculo era πr² y la del rectángulo 2r por 3r, siendo r el radio del círculo. Después de unos momentos de cálculos, exclamó: «¡Lo tengo! El radio del círculo es 4 metros, lo que hace que el largo del rectángulo sea 12 metros y su ancho 8 metros. ¡El perímetro total es 48 metros!»
Al resolver el acertijo, una sección de la estructura de piedra se movió, revelando una senda oculta. Con el corazón latiendo de emoción y miedo, continuaron su camino. La senda los llevó a un claro donde un árbol gigantesco se alzaba majestuoso. Bajo sus raíces, encontraron la gema, brillando con una luz misteriosa.
Al tomar la gema, el bosque pareció suspirar, y una sensación de paz los envolvió. Entendieron entonces que la gema no era un objeto de poder, sino un guardián del bosque, un símbolo de la armonía entre la naturaleza y los misterios que la rodean.
Valeria y Axel, con la gema en sus manos, decidieron que su lugar era en el bosque, protegiendo ese antiguo y mágico lugar. Al volver al pueblo, compartieron su aventura, pero guardaron el secreto de la ubicación de la gema.
La experiencia en el Bosque de las Sombras los unió aún más, demostrándoles que juntos podían enfrentar cualquier desafío, sin importar cuán oscuro o misterioso fuera. Y así, la leyenda del bosque continuó, con dos nuevos guardianes que protegían su secreto.
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Autor del Cuento
Soy Francisco J., apasionado de las historias y, lo más importante, padre de un pequeño. Durante el emocionante viaje de enseñar a mi hijo a leer, descubrí un pequeño secreto: cuando las historias incluyen a amigos, familiares o lugares conocidos, la magia realmente sucede. La conexión emocional con el cuento motiva a los niños a sumergirse más profundamente en las palabras y a descubrir el maravilloso mundo de la lectura. Saber más de mí.